La hoguera en honor a San Blas volvió a tocar el cielo en Alloza este jueves. Las purnas, balanceadas por el cierzo, volaron más alto que nunca para que Pablo, Álvaro y Matías pudieran sentirlas cerca. Los tres jóvenes, que siempre colaboraban en la celebración, fallecieron de cáncer el año pasado. Sus vecinos los recordaron con un cartel en lo alto de la pira en el que podía leerse: «Esta hoguera va por vosotros. Vuestros amigos de la leña». Los familiares de los tres jóvenes fueron quienes encendieron el fuego a través de una traca que se introducía en la madera. En cuanto sonó el último petardo, se fundieron en un intenso abrazo.
«Me hace feliz estar de nuevo en torno a la hoguera, pero no es lo mismo que otros años porque me faltan mis tres compañeros. Todos sentimos sus pérdidas una barbaridad. La hoguera de este año está dedicada a ellos, hemos procurado que sea más grande de lo normal en su honor», contó emocionado José Ramón de la Iglesia, vecino de la localidad que siempre colabora en la celebración. También el alcalde de Alloza, Miguel Ángel Aranda, recordó con cariño cómo Pablo, Álvaro y Matías participaban siempre en el corte de la leña que se emplea en la pira.
Pese a ese sentimiento agridulce, todos los allocinos, los que siguen viviendo en el pueblo y los que cada año regresan en estas fechas, disfrutaron de volver a verse. «Sentimos una emoción muy grande. No solo porque la hoguera es monumental, para mí la que más de Teruel, sino también por ver a tanta gente alrededor de ella. Me llena de mucha alegría que el pueblo viva muy intensamente esta fiesta de San Blas», expresó Aranda.
La velada fue amenizada con la música tradicional de los dulzaineros llegados de Andorra. Hubo quienes incluso se animaron a bailar al son de las melodías. Como manda la tradición, tampoco faltaron los bocadillos de chorizo, hecho con las brasas de la misma hoguera.