El Hospital de Alcañiz ha estado trabajando hasta este jueves con una sola oncóloga cuando el servicio debería contar con tres profesionales. De las dos vacantes, una de las dos plazas no está cubierta y en la otra la médico se encuentra de baja. La única oncóloga ha estado totalmente saturada por la alta carga de trabajo hasta que el jueves se incorporó una especialista para cubrir una de las dos plazas vacantes.
No obstante, la baja médica no se sustituye a jornada completa sino que desde el jueves una médico del Hospital de Barbastro se traslada dos días a la semana a Alcañiz para cubrir la plaza. Se trata de la fórmula temporal para que los pacientes en revisiones no tengan que desplazarse a Zaragoza y con la que está trabajando en estos momentos el Salud para suplir las vacantes en los hospitales periféricos. En este caso se trata de una profesional que ya trabajó en Alcañiz por lo que conoce el servicio.
Mientras la oncóloga ha estado sola no se han anulado citas pero sí han espaciado en el tiempo debido a que la única oncóloga se ha hecho cargo de toda la agenda. Además, existía preocupación porque esta saturación ocasionara una baja laboral de la médico por estrés o una renuncia debido a la alta tasa de trabajo. «Es preocupante pasar de tres profesionales a uno en un Hospital que abarca a tanta población. Es un trastorno muy grande en una enfermedad que requiere de seguimiento prolongado», afirmó la presidenta de la Junta local de la AECC en Alcañiz, María Jesús Martín.
El Hospital de Día se queda pequeño
A ello se le suma que el Hospital de Día en el que los pacientes reciben los tratamientos contra el cáncer se ha quedado pequeño. En ocasiones los pacientes deben recibir parte del tratamiento en la sala de espera (tomarse las pastillas previas o recibir la medicación para casa) para dejar el sillón libre a otros enfermos.
Todo ello en una sala de espera que no es exclusiva para una especialidad tan delicada. Los pacientes comparten la primera planta con otras dos especialidades. Las zonas comunes, como las salas de espera, suelen estar llenas de embarazadas que esperan a hacerse sus ecografías y de usuarios de rehabilitación. De hecho, este servicio no contó con un baño propio hasta que en 2015 se presionó con la recogida de más de mil firmas. Finalmente se consiguió, ganando así intimidad y seguridad. Al trance de tener que hacer una travesía arrastrando el gotero entre el resto de pacientes, se le sumaba la angostura del propio cuarto de baño y el riesgo de derramar el líquido del fármaco quimioterápico que llevan en los goteros.
Pepe dice
Es verdad. Es HORRIBLE. El personal médico es maravilloso, no me merecen esas instalaciones ni ellos / ellas, ni los pacientes
Pepe dice
Estaba y está saturado. ¿Salas de espera? Un pasillo con sillas, codo con codo los pacientes. Frente a las sillas la camilla de las embarazadas, al abrir la puerta…
Marianela dice
Esto lleva años y años así, no es nuevo ni creo que tenga solucion
. dice
a la privada
.. dice
tu
Conchita dice
El baño se consiguio, gracias a la iniciativa de mi sobrina Eva oscariz, en recoger firmas, hace cinco años que falleció con 38 años