Javier Mateo tiene 64 años y es granjero de porcino. Además, desde el 15 de junio es el alcalde de Molinos. Analiza los pros y los contras de vivir en el pueblo, su motivación para presentarse a las elecciones y sus proyectos para mejorar Molinos.
¿Cuál es tu historia?
He nacido en Molinos y llevo aquí toda una vida. Salí a estudiar a Movera para capataz agrícola durante dos años, volví y me decidí por una granja de porcino. La granja en sí la montó mi padre en 1973 pero la llevamos entre mi hermano y yo, y desde entonces llevo toda la vida dedicándome a los animales: voy a la granja temprano, paro para comer y por la tarde a repetir.
¿Cuáles son tus aficiones?
Estar con la familia y con los amigos y, aunque se me ve muy serio, también me gusta el baile de salón y cantar… ¡Pero canciones antiguas, eh! Pasodobles y música de la de antes. Cuando libro el fin de semana me gusta ir de viaje o pasar el tiempo en la ermita de Santa Lucía, que hemos restaurado. Subo allí y ordeno todo, limpio un poco… Es un hobby que tengo.
Aunque se me ve muy serio, me gusta el baile de salón y cantar… ¡Pero canciones antiguas, eh! Pasodobles y música de la de antes
¿A qué se debe este hobby?
La junta anterior se cansaba porque la mayoría, aunque eran hijos del pueblo, vivían fuera y venían cada mes o cada dos meses. Vi que si nadie cogía el relevo todo iba a ir a peor así que me decidí y ahora estamos cuatro parejas como comisión. Nos encargamos de que todo esté cuidado y organizamos dos fiestas al año: una el segundo domingo de mayo, que es cuando se celebraban las fiestas de Molinos auténticas hasta que las cambiaron por los veraneantes, y otra en las fiestas de agosto donde se hace una romería.
¿Con qué rincón de Molinos te quedas?
Con el Barranco de San Nicolás porque es muy llamativo y vivo al lado. Todos los que vienen alucinan viendo semejante pozo de 30 metros de profundidad en medio del pueblo. ¡No encontrarás algo así en ningún pueblo de alrededor ni del resto de España! Molinos es muy turístico y tenemos muchas cosas bonitas como la plaza, la iglesia, el ayuntamiento, la virgen de la Soledad y, sobre todo, las Grutas. Pero dentro del pueblo, me quedo con el barranco.
Todos los que vienen alucinan con el Barranco de San Nicolás. ¡No encontrarás algo así en ningún otro pueblo de España!
Y en la otra cara de la moneda, ¿qué falta en Molinos que tengan en otros pueblos?
Un pabellón o un local para hacer actividades y un bar en las piscinas para el verano, que además aquí es más corto porque el agua es bastante fresca. Son cosas que tienen en todos los pueblos de alrededor y es vergonzoso que aquí no haya. Si no se puede construir un pabellón, por lo menos techar el frontón para poder hacer allí las orquestas.
¿Cómo vas a trabajar como alcalde para intentar conseguir estas mejoras?
Intentado coger todas las subvenciones que puedan venir y con la ayuda de las entradas a las Grutas de Cristal, que son un aliciente.
¿Qué cifras de visitantes manejáis?
El turismo a las Grutas bajó bastante en los últimos dos o tres años pero ahora parece que va viniendo más gente. Estamos sobre 15.000 visitantes anuales, pero hace 15 años llegamos a tener 25.000 o 30.000. Si viniese más gente conseguiríamos más recaudación para el Ayuntamiento y podríamos hacer más cosas porque las subvenciones son muy justas. Las dan según el número de habitantes y aquí, tristemente, ya somos menos de 200…
Las subvenciones son muy justas porque las dan según el número de habitantes y aquí, tristemente, ya somos menos de 200
Es uno de los problemas endémicos del medio rural, la despoblación…
Aquí tenemos una enfermedad y es que no hay juventud, cada vez hay más gente jubilada y es una pena. Los políticos se llenan la boca hablando de despoblación pero la realidad es que cada día vivimos menos personas en los pueblos. La situación se solucionaría si, por ejemplo, montaran una fábrica grande en Alcorisa, pero es muy difícil con las carreteras que tenemos y lo apartados que estamos de las autovías. La clave está en el trabajo porque al no haber opciones cerca la juventud se marcha y el que estudia ya no vuelve porque aquí no hay futuro. Al final, la gente va donde está la gente. Si tú ves un bar vacío no entrarás, pero si lo ves a tope ahí que te metes; pues aquí pasa igual.
Pero vivir en Molinos también tendrá su parte buena.
¡Claro! Tenemos calidad de vida, aquí se vive divinamente, a gusto y tranquilo, ¡no te molestan ni las moscas! Sales a andar por las afueras y respiras como Dios manda, aunque algún día huele a purín pero eso es un detalle (ríe). Y si quieres hacer algún plan de ocio coges el coche y en una hora y media estás en Zaragoza, ¡aunque cuando voy los semáforos me ponen malo! (Ríe). A mí me encanta vivir en mi pueblo, el que viene en verano y en dos semanas ya se aburre de estar aquí es porque no se lo monta bien.
Me encanta vivir en Molinos. El que viene en verano y en dos semanas ya se aburre de estar aquí es porque no se lo monta bien
¿En qué momento decides meterte en política?
Ya me presenté a alcalde en el 92 con el CDS pero esta vez ha sido muy raro. No llevaba idea de presentarme pero, el día límite para enviar las listas, me enteré de que en Molinos no se presentaba nadie. Me informé y si eso sucedía nos dirigirían desde Diputación o desde algún pueblo de al lado y dije: “esto sí que no, hay que pararlo como sea”. Por eso me presenté con dos personas más en mi partido y nos inscribimos media hora antes del límite de plazo. Lo lamentable es que cuando salió en el Boletín Oficial de la Provincia de Teruel empezó a haber gente que quería apuntarse. Se tenía que mover uno para que los demás quisieran trabajar…
¿Y cómo vives tus primeros meses en la alcaldía?
La he cogido con ilusión y con ganas. La familia me apoya en todo lo que hago aunque al principio me dijeron: “Tú sabrás dónde te metes…” (Ríe). Simplemente creo que hay que ver las cosas que están bien y las que están mal y trabajar por el pueblo, intentando que sea a gusto de todos aunque es muy difícil.
¿Cómo es Javier Mateo como alcalde?
Lo mismo que Javier Mateo como persona. No se me ha subido nada ni intento ser más que nadie; quiero ser uno más del pueblo, solo quiero mejorar Molinos en todo lo que se pueda. No me gusta que me vean como alcalde porque me considero el mismo Javier que ha estado toda la vida en Molinos. ¡Y nada de hablarme de usted!
No me gusta que me vean como alcalde porque me considero el mismo Javier que ha estado toda la vida en Molinos. ¡Y nada de hablarme de usted!
Supongo que la cercanía con los vecinos será muy importante. Seguro que vas al bar y te transmiten sus peticiones o algo que creen que se podría mejorar.
No hace falta ni siquiera ir al bar. Voy por la calle de mi casa al ayuntamiento y me paran para comentarme sus dudas o pedir que mejoremos algo, que es lo más normal del mundo. Son cosas que no cuestan mucho pero facilitan la vida; arrancar hierbajos cerca de alguna casa, arreglar alguna farola…
¿Cuáles son tus proyectos de futuro para Molinos?
Además de poner un tejado al pabellón que te he comentado antes queremos canalizar el río con piedras y marcarle bien el cauce porque una tormenta en octubre del año pasado nos afectó mucho. También arreglar las paredes del cementerio y levantar nuevas porque entran hasta las cabras; queremos sanearlo y poner nichos en vertical para que la gente tenga la comodidad de elegir, porque hasta ahora solo se puede enterrar bajo tierra. Otro proyecto es recuperar el camino antiguo al cementerio, que iba por el centro del pueblo pero se sacó y ahora hay que dar una vuelta enorme por las afueras. El problema es que para todo esto necesitamos ayudas de otras administraciones y costará, hay que ir poco a poco.
¿Y alguna mejora que el Ayuntamiento pueda efectuar por sus propios medios?
El tema del estacionamiento. Tenemos un parquin a la entrada y otro a la salida del pueblo pero las calles y plazas se llenan de coches aparcados y el bus no puede entrar. La gente mayor lo utiliza para ir a Alcorisa de compras, al banco, a Alcañiz… Y tienen que salir a las afueras del pueblo para poder coger el bus porque dentro no puede maniobrar de la cantidad de coches que se meten. Estamos trabajando en ese trámite para quitar las plazas de aparcamiento en el pueblo y poder denunciar si la gente lo incumple, porque la situación actual es lamentable y a la gente mayor hay que ayudarla (la distancia desde el centro hasta el lugar de paso del autobús es de unos 500 metros).
Es muy importante que suba el caiman hasta el kinito.
Si conseguís q las plazas dejen de ser un aparcadero de coches será un gran logro para Molinos de por los motivos q expones y además por el mayor atractivo turístico esa plaza plaza se merece algo mejor. Saludos.