Cuando el estudiante de Física José Luis Crespo (Valdepeñas, 29 años) se abrió un canal de divulgación científica en YouTube en el año 2013, no se imaginaba que una década después viviría de su hobby. Tampoco aventuró que en la plantilla de Quantum Fracture habría cuatro empleados fijos y hasta ocho dependiendo del tipo de vídeo que grabase. Que no le engañe al lector la duración media de 10 minutos, ya que detrás de una pieza audiovisual sobre átomos, leyes de la termodinámica o la Vía Láctea, hay hasta dos meses de producción. El trabajo, sin duda, se ve después respaldado por cientos de miles de reproducciones, que suelen llegar al medio millón, y hasta los 11 millones en el vídeo más viral hasta la fecha. Esas cifras descomunales no serían posibles si al al otro lado de la pantalla, no hubiese otro dato impactante: una fiel audiencia de 3,25 millones de seguidores. Desde cómo descubrió su pasión por divulgar navegando en Internet hasta los retos a los que se enfrenta hoy en día (como la brecha de género en el sector científico), habló Crespo en el V Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz.
¿Por qué abrió el canal?
Porque era consumidor de canales angloparlantes sobre ciencia desde el nacimiento de YouTube y cuando fui a buscar este tipo de contenido en español, no encontré absolutamente nada. Justo me iba a ir a estudiar Física a Madrid, así que pensé que molaría abrirse un canal como hobby. Comencé en 2013 y, en cierto, punto me di cuenta de que divulgar me gustaba más que ser científico. En 2017, me tomé más en serio el canal y empecé a publicar vídeos de forma seguida.
¿Tiene algún referente?
Para mí, el que ha sido el Rey de Reyes es el canal MinutePhysics (Minuto de Física). Su creador, Henry Reich, explica cosas de Física que son bastante complejas haciendo solamente dibujos con monigotes. Ese estilo minimalista me fascina y me lo he quedado. Cuando usas muy poquitos elementos en escena, el espectador se concentra en ellos y no se distrae.
¿Se ha inspirado en la forma de comunicar de algún youtuber en español?
Me parece un maestro en narrativa Jaime Altozano, que habla de música. Creo que él más que nadie sabe cómo contar una buena historia.
¿Cuándo comenzó a vivir de YouTube?
El primer año que estuve publicando vídeos todas las semanas (en 2017), subsistí con lo que había ahorrado haciendo otros trabajos de divulgación. Fue un año después, más o menos, cuando las visitas que me daba YouTube me servían para tener el mismo sueldito que hubiera ganado en otra parte.
¿Hubo algún punto de inflexión en el canal, como un vídeo viral, que le permitiera crecer en seguidores?
Nunca es algo continuo, siempre hay vídeos que son picos de entrada de gente. En mi caso, uno de los picos gordos fue cuando publiqué un vídeo sobre el experimento de la Doble Rendija. Además, un poco antes había empezado a refutar a terraplanistas. En el momento en el que comencé a ‘darles hostias’, a romper sus argumentos, hubo mucha gente interesada en cómo lo hacía.
¿Cómo elige los temas? ¿Sigue las tendencias?
Por lo general, no. Son cosas que simplemente descubro, me interesan y creo que son súper guay para contarlas. Sólo trato algunas noticias de rabiosísima actualidad cuando son de física fundamental, como la foto del agujero negro o la detección de ondas gravitacionales.
¿Cuántas horas hay detrás de cada vídeo?
Tardamos, como mínimo, dos meses en producir un vídeo.
¿Y cuántas personas trabajan?
Pueden estar implicadas conmigo tres o cuatro personas. El máximo han sido hasta ocho, cuando hemos tenido que ir a grabar a sitios o a entrevistar a personas.
¿Qué perfil profesional tienen?
En mi caso, como me lo he guisado todo yo, aparte de mi profesión como físico, sé editar, hacer postproducción y hasta márquetin. Ahora mismo en mi equipo tengo a un guionista que es doctor en Física, a una diseñadora gráfica y una jefa de operaciones. Además, trabajamos con una productora audiovisual.
¿Tiene Quantum Fracture una oficina?
Teletrabajamos todos. Nuestra oficina está en un chat de Discord. De hecho, uno de nuestros trabajadores vive en Barcelona y hace unos días lo conocí en persona. Todos estamos activos a las mismas horas, pero sí que es cierto que hay más flexibilidad que en un sitio tradicional.
Además del dinero que gana por las visualizaciones de YouTube, ¿dispone de otras fuentes de ingresos?
Contamos con patrocinios y colaboraciones. De ahí, entra gran parte de lo que mantiene Quantum Fracture. Por ejemplo, Netflix nos pidió que hiciéramos promoción de Don’t Look Up y publicamos un vídeo de divulgación sobre aspectos de la película. Por otra parte, tenemos micromecenazgo, suscriptores de pago, y hemos estado vendiendo merchandising. Además, yo doy charlas remuneradas en varios eventos. La suma de todas esas cosas -y un poco de malabares- nos permite seguir haciendo vídeos de calidad de forma gratuita.
¿Cambiaría a otra plataforma como Twitch, como hicieron algunos de los youtubers pioneros en España?
Para muchos antiguos youtubers tuvo mucho sentido pasarse a Twitch a hacer streaming por su tipo de contenido. En nuestro caso, que hacemos cosas de postproducción no lo tiene. Además, en YouTube también se puede emitir en streaming y nosotros, por ejemplo, usamos esta herramienta con nuestro podcast. Sí que hacemos formatos cortos en otras plataformas como TikTok o en Reels de Instagram, pero es verdad que donde más me gusta crear contenido es en YouTube.
Si le dieran la oportunidad de hacer un programa o de emitir sus reportajes en medios tradicionales como la televisión, ¿aceptaría?
Estoy demasiado cómodo en la libertad que me da Internet. Hemos tenido la oportunidad de hacer cosas más tradicionales, pero, honestamente, no he querido invertir ese tiempo en ellas sabiendo el impacto que tiene nuestro canal.
¿Cuál es el vídeo de Quantum Fracture con más visualizaciones?
Es el del experimento de la Doble Rendija. Lleva 11 millones de visualizaciones.
¿Hay algún vídeo que le avergüence?
Evidentemente, si te vas muy al pasado, pues sí. Hay cosas que son muy cutres, con guiones muy malos. Sin embargo, poder volver de forma tan fácil a lo que estabas haciendo hace 10 años, te permite ver cómo has evolucionado, no sólo como creador de contenido, sino como persona.
El canal tiene más de 3 millones de suscriptores. ¿Sabe cómo es el espectador promedio?
Es un hombre que está en torno a los 18, 19 y 20 años. Últimamente esa media de edad ha empezado a crecer y creo que ya se puede estar situando entre los 24 y 25 años. Muchos de ellos están en la universidad cursando carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Una de las cosas que más nos preocupa es que el público del canal sea mayoritariamente masculino. Hemos intentado retorcer algunas tuercas para ver si más mujeres se sienten interesadas y hemos mejorado, pero no tanto. Ahora mismo, el 90% de la audiencia es masculina.
Las carreras matemáticas y científicas siguen siendo territorio mayoritario de los hombres…
Creo que lo más importante es ser consciente de que esto es un problema y saber hasta dónde tú puedes contribuir a solucionarlo. Es decir, en tu parcelita en la que realmente puedes cambiar las cosas, hay que hacer lo máximo posible para que más mujeres se sientan interesadas por la ciencia y no ponerles barreras. En nuestro caso, intentamos que nuestras animaciones sean inclusivas, y tratamos de que haya un equilibrio entre entrevistados hombres y mujeres, lo cual también es complicado cuando uno habla de física y matemáticas.
¿Desde qué países se ve Quantum Fracture?
El 33% de los suscriptores nos ve desde España. El resto son de Latinoamérica, de países como México, Chile, Colombia y Argentina. Es el poder de hablar en español.
Creo que también ha dado charlas al otro lado del Atlántico…
Precisamente este año estuvimos rebotando por ciudades de México y es otro rollo. Mientras que aquí en España la gente se te queda mirando en la calle y no te dice nada, en Latinoamérica es al contrario. Te van a tratar con una educación infinita, pero quieren su foto (se ríe). Es otro universo. La gente es encantadora. Estamos súper agradecidos de que nos vean desde lugares tan lejanos.
¿Tiene haters?
Por supuesto. Como nos hemos puesto a menear avisperos, pues nos pasa lo que nos pasa. Tenemos vídeos sobre cambio climático, sobre terraplanismo, también nos hemos metido con gente que piensa que la Tierra es hueca… Cuando empiezas a hacer contenido científico y a ser firme, va surgiendo gente que es muy crítica con lo que estás diciendo, aunque tus fuentes estén muy bien atadas.
¿Y haters dentro del mundo científico?
Hay algunos compañeros que desprecian la divulgación científica. A veces cuando picas una puerta y pides ayuda para que revisen un guion, no contestan. Tampoco es que te insulten de vuelta, simplemente no responden. Por fortuna, y gracias a que somos muy rigurosos, suele ocurrir lo contrario. Hay muchos científicos que valoran lo que hacemos y que quieren trabajar con nosotros de un modo u otro.
¿Qué sería si no fuera youtuber?
Muy buena pregunta… Yo creo que trabajaría en comunicación sí o sí, aunque a lo mejor no en estas modernidades. Editar y hacer audiovisual es una cosa que me ha gustado toda la vida, así que no descarto que hubiera acabado en alguna parte haciendo audiovisual científico.
¿Tiene futuro la plataforma de YouTube?
Nunca puedes poner la mano en el fuego, porque este mundo es muy cambiante y, de repente, aparecen otras plataformas como TikTok, que evidentemente es un enemigo directo. Sin embargo, creo que, aunque las oficinas de YouTube y todos sus servidores salieran ardiendo, Google es muy poderoso y restructuraría la marca. A YouTube sí que le veo una robustez que, por ejemplo, Twitter no ha tenido.
¿Se ve jubilándose como youtuber?
Honestamente, no me extrañaría. Ahora que, poco a poco, Quantum Fracture tiene un equipo, no es tan raro ver ese día en el que me jubilo, dejo a mi bebé en manos de gente mucho más competente que yo y me vuelvo parroquiano de un bar.