De las seis comarcas bajoaragonesas, medio centenar de poblaciones sumaron habitantes durante el año 2020 según los datos del censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística a fecha de 1 de enero de 2021. Los censos fluctúan según avanzan los meses y en algunas poblaciones que arrojan saldo negativo a fin de año, aumentan de forma considerablemente en determinadas épocas del año. En otras, las pérdidas o sumas de vecinos varía en un habitante y algunas mantienen la cifra. En Cuencas Mineras, estos datos presentan aumento en la mitad de sus treinta localidades.
A las personas que han engrosado estos números porque se han instalado en busca de una nueva vida, se añaden también jóvenes que se han quedado. Unos, porque han continuado con un legado laboral familiar y otros, porque han probado otros sitios durante su formación y se lanzan a probar suerte en casa. Razones hay muchas y también reivindicaciones. Entre ellas, un acceso a la vivienda, algo que ha frenado a muchas personas esa idea de instalarse o quedarse. Desde algunos ayuntamientos se está trabajando en poder ofertar viviendas en alquiler. Mas de las Matas, Valjunquera o Torrevelilla ya han emprendido ese camino. Localidades como Aguaviva o La Puebla de Híjar llevan tiempo tratando de dar vida y salida a una bolsa de vivienda tanto para venta como para alquiler con la finalidad de que las casas vacías se llenen y evitar su deterioro.
La pandemia ha hecho que muchas personas hayan vuelto a mirar al medio rural o lo hagan ahora con otros ojos. El espacio y el aire libre se valoran más que nunca y por eso, buena parte del censo que a 1 de enero de 2021 presentaba esas cifras siguió su ascenso en el año que acaba de terminar. Para unos, el teletrabajo ha pasado a ser una nueva vida en localidades en las que hasta entonces solo pasaban vacaciones o fines de semana. Castellote es una de las poblaciones donde la llegada de nuevos vecinos hizo que se planteara la necesidad de construir nuevas casas. Recibieron a nuevos vecinos entre jóvenes que podían teletrabajar y jubilados que pensaron que estaban mejor en su pueblo en el Maestrazgo que en Zaragoza o Barcelona.
No obstante, aunque la pandemia derribó muchas barreras de movilidad, en muchos pueblos las tecnológicas siguen estando y el teletrabajo no es posible al no contar con una conexión de calidad.
La simplificación o adaptación de las leyes a la realidad de cada territorio es otra de las viejas demandas del medio rural.
«Clean Trials no tendría sentido si estuviese lejos de Caspe»
Caspe lleva desde 2017 aumentando su población. De los 9.491 habitantes censados ese mismo año, en menos de un lustro ha logrado superar la barrera de los 10.000, alcanzando la cifra récord de 10.183 en 2021. La inmigración procedente de países como Marruecos, Pakistán o Rumanía es la principal razón para este crecimiento demográfico. Sin embargo, la labor de empresarios como Abel Mustieles, que apuestan por el territorio, también tiene mucho que ver.
Este joven caspolino, cuatro veces campeón del mundo de trial en 20»», creó su propia marca (Clean Trials) a inicios del año 2014 junto a su padre. Por aquel entonces, en búsqueda de nuevos retos, quiso compaginar su rutina deportiva con la empresarial. A partir de ahí, poco a poco, su marca fue creciendo por todo el mundo. Por poner en contexto, a día de hoy, Clean Trials externaliza bicicletas a más de 50 países de todo el planeta. «Para nosotros los inicios fueron complicados, tuvimos que hacernos un hueco en el mundo del Trial, que es muy especializado. Pero bueno, en los primeros años de Clean yo ganaba con la marca y eso ayudó a sacarla a flote», explicó el caspolino.
Eso sí, si algo ha tenido Abel claro en estos años es que Clean Trials tenía que desarrollarse, en todo momento, desde la Ciudad del Compromiso, lugar que según el propio protagonista ha visto crecer al Abel Mustieles campeón del mundo primero y a Clean Trial después. «Que Clean esté en Caspe tiene todo el sentido del mundo. Yo soy de aquí y tengo aquí mi vida. Obviamente no es Barcelona pero también se puede trabajar y crecer desde aquí», aseguró Mustieles.
«Solo vemos ventajas a tener la empresa familiar en el pueblo»
Los Ferrer Gracia son tres hermanos que llevan adelante su negocio familiar en La Codoñera tal y como hizo su padre y antes su abuelo, Manuel Ferrer Alcober, la persona que puso el engranaje en marcha hace 70 años, en 1951 más concretamente. En la década de los 50 del pasado siglo, el censo local se movía en torno a los 800 habitantes. Según el último padrón del INE a 1 de enero de 2021, son 317. No es de los que crece respecto al año anterior cuando reflejó 319 vecinos pero se mantiene.
A ello contribuyen personas como José Manuel, Pedro y Ramón, la tercera generación Ferrer que además ya son padres de la cuarta con cuatro niños en total. Convirtieron el pequeño negocio en una empresa dedicada al fruto seco que amplió miras, instalaciones y empezó a vender en el extranjero. Los dos mayores residen en Alcañiz y el pequeño, padre reciente de una niña, en La Codoñera. «Todo el día lo pasamos en el pueblo en el trabajo», dice Pedro. La empresa les da empleo a ellos y a cuatro personas más de La Codoñera y Calanda. «Son tres casas abiertas y en un pueblo pequeño todo ayuda».
Hace siete años ampliaron y valoraron. «Nos podíamos haber ido a un polígono de Alcañiz pero nos quedamos porque vemos más ventajas que desventajas. De hecho, no se me ocurren, si las hay es que no son relevantes», dice. Valoran por encima de todo la cercanía en todos los sentidos, tanto con la gente y clientes, como con la administración local.
«El medio rural ofrece muchas oportunidades de trabajo»
La falta de vivienda tanto de compra como de alquiler se ha convertido, tal y como lo califican en Valjunquera, en un «bendito problema». La localidad ha experimentado un importante aumento de habitantes en los últimos dos años, pasando de 338 habitantes a acercarse a los 350. Por ello desde el ayuntamiento llevan meses trabajando en que el elevado número de casas vacías puedan ser habitadas tanto encontrando un comprador, como haciendo de intermediario para que el propietario alquile su vivienda. El Ayuntamiento ultima la adquisición de dos inmuebles en el centro de la población en los que invertirá 120.000 euros para su reforma. Ambas viviendas irán destinadas al alquiler.
De igual modo, el consistorio habilitará una nave industrial destinada a taller y cuya actividad iniciarán varios jóvenes del municipio. «Tenemos oferta de empleo y oportunidades de trabajo. Desde el medio urbano muchas veces esto no se percibe así y se cree que no hay trabajo y que todo gira únicamente en torno a la agricultura», explicó la alcaldesa, Susana Traver. La primer edil es claro ejemplo de perfil de persona joven que decide quedarse en el territorio. Traver fue, junto a su pareja -originario de Peñarroya de Tastavins- madre de una niña que pasó a engrosar el censo de la localidad. Ambos trabajan en el Matarraña.
Detrás de este aumento la alcaldesa cree que existen dos claros motivos que explicarían este fenómeno demográfico: el estallido de la pandemia, por un lado, y la prestación de servicios de calidad. «La pandemia visibilizó la ventaja que supone estar en un pueblo frente a una gran ciudad. Pero además de este motivo circunstancial, aquí se ofrece una educación infantil y primaria y unos servicios públicos de calidad», añadió.
Antonio dice
Estos jóvenes emprendedores, hacen más por la España vaciada que entre todos los políticos juntos. Ellos son la solución.