«Jueves lardero, longaniza en el puchero», reza el refrán aragonés de obligado cumplimiento para muchos. ¿A quién no le gusta disfrutar de un día en el campo comiendo y bebiendo con familiares y amigos? En algunas localidades del territorio bajoaragonés se conoce popularmente esta tradición como «Choricer», mientras que en otras se le dice «Choricé» o «Panete». Lo que no difiere de un municipio a otro son los ingredientes protagonistas: productos cárnicos derivados del cerdo como el chorizo o la longaniza, y las bolletas, algunas de ellas «preñadas», ya que en el interior del pan guardan un trozo de embutido.
La celebración se remonta a finales de la Edad Media. De hecho, ‘lardero’ procede de la locución latina ‘lardum’, que hace referencia a la grasa del cerdo. Este día se entendía como una fiesta de despedida de la carne, ya que una semana después, el Miécoles de Ceniza, comenzaba la Cuaresma, un periodo en el que era imperativo la abstinencia y el ayuno.
Este jueves, las cuadrillas de localidades como Alcañiz, Torrecilla, Castelserás o Urrea, lograron que el carácter festivo de esta cita no se perdiera. Eso sí, los kilos y kilos de chorizo, longaniza, morcilla, butifarra, y panceta que se comieron fue totalmente por placer y en ningún caso por un desabastecimiento forzoso. Aunque quien pasara este jueves por la carnicería en torno a las 13.00 podría pensarlo. «Apenas nos queda nada. Ha habido bastante movimiento, más que otros años. Como ha salido buen día la gente tenía ganas de ir al campo y de hacer asados», explicó Pili Esteban, propietaria de la carnicería Rosique Esteban de Alcañiz.
Donde también se quedaron vacías las estanterías fue en las panaderías. Se prepararon las bolletas, panes de forma circular de diferentes tamaños (de medio kilo, de cuarto y la individual de unos 150 gramos), que se diferencian por el sello que cada negocio imprime en la superficie. «Yo lo tengo en flor, mientras que otros lo tienen en círculos. Nuestro sello tendrá unos 100 años, fue mi suegra quien lo comenzó a utilizar cuando hacía pan en casa», detalló el panadero Enrique Alonso, con horno en Puigmoreno.
En la capital bajoaragonesa, se disfrutó de la jornada campestre en los ‘masicos’, y en parajes naturales como La Estanca, el Santuario de Pueyos y la propia ribera del río Guadalope. También bares y restaurantes como Meseguer prepararon sus tradicionales bocadillos. En Calanda, los más pequeños se acercaron hasta el polideportivo del Cabezo, donde el AMPA del colegio organizó actividades lúdico-deportivas y repartió bocadillos de chorizo.
El embutido típico se cambió por otros suculentos aperitivos como las ‘pelotas’ de carne en La Iglesuela del Cid (Maestrazgo) o los bocadillos de mortadela halal en Caspe. En la Ciudad del Compromiso, Manos Unidas vendió un año más bocatas en centros educativos, empresas y viviendas particulares para recaudar fondos. Por primera vez hubo una opción carnívora permitida por la religión musulmana, aunque no faltaron los bocadillos de longaniza de siempre.
«¡Carnaval, te quiero!»
«Carnaval, carnaval… ¡Carnaval, te quiero…!» Con el Jueves Lardero se inicia una de las fiestas más divertidas del año. Este fin de semana mayores y pequeños volverán a disfrazarse y a llenar de color, risas e ilusión las calles. No hay municipio bajoaragonés que no haya planeado algo para esta popular celebración, así que la agenda está apretada.
En Alcañiz, este sábado a las 16.30 habrá un desfile de carnaval en la avenida Aragón, amenizado por el grupo de batukada ‘Alcabatuk’. Seguidamente, a las 17.30, actuará Políglota Teatro en la plaza de España y se repartirá merienda. Por la noche, será el turno de los mayores con un recorrido de bares con charanga a partir de las 23.00. No faltará tampoco el concurso de disfraces, para el que habrá que votar en los bares.
En Valderrobres, habrá concentración, pasacalles, chocolatada y actuación teatral para los niños a partir de las 16.00. Desde las 23.30, será el turno de los adultos, con un pasacalles que terminará en la discomóvil del pabellón. Por su parte, Andorra ha preparado un desfile y concurso de disfraces infantil a las 17.00, y por la noche, una fiesta en el frontón cubierto.
En Caspe, Carnaval llegará el próximo sábado, 25 de febrero. Habrá un desfile de disfraces a las 17.30, que terminará con una fiesta en el pabellón municipal. El recinto volverá a abrir sus puertas a las 00.30 para, además de bailar, elegir el mejor disfraz de la noche.
«Dijous Llarder» en el Matarraña y el embutido tradicional «la butifarra d’ou».
cuantos pueblos del matarraña se celebra ,pregunto no lo se