La Iglesuela del Cid ha iniciado los trabajos mediante los cuales se digitalizará la red de distribución y acceso de agua potable. El objetivo es tener un control más óptimo y claro sobre el consumo que se realiza de agua en las diferentes partes del pueblo para conocer las necesidades de cada uno de los barrios y detectar más rápido los posibles problemas como averías. Ello se ha financiado a través de una subvención del Instituto Aragonés del Agua por valor de 7.114, 11 euros.
De ese modo, se han instalado tres contadores digitales en diferentes puntos. Sectorizando o dividiendo el pueblo para identificar más ágilmente las posibles fugas, con el objetivo de solucionarlas lo más rápido posible. «Conseguimos que si hay un fallo, que cada vez son más frecuentes porque las tuberías son mas viejas y hay más reventones, se detecte rápidamente al ver un consumo excesivo de agua en una zona concreta», explica Fernando Safont, alcalde de la localidad.
Los contadores en la Costera, calle Mayor y El Olmico ya están colocados, y se espera que pronto se pongan en funcionamiento. Ahora, el siguiente paso que buscará el consistorio para agilizar y facilitar la lectura de contadores será llevar los contadores a cada domicilio.
Durante el verano el municipio sufrió problemas de reventones y escasez de agua, por lo que el Ayuntamiento considera «de primera necesidad» tomar medidas para intentar paliar esas situaciones. «Es imposible averiguar dónde sale el agua, pero de esta forma podemos acotarlo y solventarlo más rápido. No somos una población muy grande y sabemos cuánta gente vive y si cuadra ese consumo», añade Safont. Por ello, este proyecto tecnológico de dividir la canalización aumentará la capacidad de respuesta del consistorio.