Fotograma de Paco Roca en el que evoca el recuerdo de Emilio Vallés de niño corriendo tras la bicicleta de cartero de su padre
Esta tarde se proyecta en Alcañiz un documental que recoge testimonios de descendientes de exiliados republicanos que vivieron en sus carnes ese campo de concentración al sur de Francia
Las visitas con estudiantes lo cambiaron todo. Fernando Yarza es profesor, y después de varias incursiones al campo de internamiento de Gurs en Francia, pensó que había que dar voz a esa historia. Las reacciones que la visita causaba en los jóvenes del IES Pilar Lorengar de Zaragoza (donde trabajaba entonces) indicaban que había que hacerlo. «En dos días que pasan allí salen transformados. Fernando se dio cuenta de que había que contar un episodio muy desconocido en España».
De esta manera nació «Gurs. Historia y memoria», un documental que se estrenó en diciembre y que esta tarde llega a Alcañiz de la mano del Ateneo Socialista. Quien recuerda ese inicio es Anabel Beltrán, productora junto a Yarza de este trabajo, apoyado entre otros, por Gobierno de Aragón y DPZ. El campo está al sur de Francia y «funcionó» durante más de cinco años. Se ideó para un año pero estuvo operativo entre abril de 1939 y diciembre de 1945 siendo el de mayor duración del país. Empezó siendo de refugiados, pues iba a ser algo provisional para acoger a todos los exiliados republicanos españoles, pero pronto pasó a ser de concentración con condiciones de habitabilidad cada vez peores. Además de los españoles que cruzaron los Pirineos, con la Segunda Guerra Mundial se recluyó allí también a judíos y a los llamados «indeseables» (semitas, homosexuales y comunistas) que llevaban los alemanes antes de exterminarlos. Por allí, a 15 kilómetros de Olorón, pasaron más de 60.000 personas, miles de ellas, aragonesas.
El documental arranca en un autobús, acompañando a una excursión de un grupo de estudiantes de Bachillerato. Sus reflexiones se mezclan con el relato de muchos descendientes de aquellos republicanos que murieron esperando el ansiado regreso. «Hay muchas horas grabadas. Elegir fue lo más difícil», añade Beltrán. «Teníamos claro que Luis Ortiz era el punto de partida», añade. Es el único español superviviente y el año pasado, a sus 102, recibió al equipo en Bilbao. «La historia fue creciendo y un testimonio nos llevó a otro y por eso hay tanta variedad de vivencias», reflexiona.
Uno de los que aparecen es Emilio Vallés, que esta tarde regresa a Alcañiz, a la ciudad en la que nació. En el documental cuenta la historia de su padre, jefe de Correos, y el papel que desempeñó en el campo. «Emilio tiene un verbo y una pasión al hablar impresionantes y, sin duda, hará que la presentación en Alcañiz sea muy especial porque, además, es su tierra», comenta Beltrán.
La película cada vez es más demandada y las fechas de proyección se acumulan. Este verano se proyectó en Calanda, en el Festival Internacional Buñuel. Lo hizo fuera de concurso y en una noche mágica con la nieta de Luis Buñuel (residente en Francia) sentada en la primera fila. «Gurs» fue nominado en los Premios Simón del Cine Aragonés y ha sido seleccionado para el Festival de Cine de Fuentes que se celebra a final de mes. Están en 10 certámenes internacionales y se ha traducido recientemente también al italiano. El avance lento pero seguro en rodaje y montaje le han conferido actualidad a «Gurs» en pleno debate sobre memoria histórica y con el conflicto de refugiados sirios. Sus productores dicen que ninguna proyección es igual. «En todas se crea un ambiente de emoción sostenida y al final hay que dejar un momento para digerir, pero en cada una pasan cosas muy bonitas. Siempre hay alguien que asocia alguna de las historias con algo que le contaron en casa», dice.
Anabel Beltrán y Fernando Yarza, este verano en Calanda
Un documental «de Goya»
Todo en «Gurs» está cuidado al mínimo detalle. El rodaje, además de desplazamientos y encajar los testimonios, presentaba el reto de poner imagen a los recuerdos.
Los productores se rodearon de un gran y buen equipo de la tierra. Desde las voces en off de Mª José Moreno y Luisa Gavasa, hasta la música de Pablo Contreras, entre otros. A Verónica Sáenz se le encargó la dirección y pensó en Paco Roca para cubrir esa necesidad. El valenciano es uno de los ilustradores más importantes a niveles internacionales. De sus lápices han salido novelas gráficas como «Arrugas» que en 2012 se llevó dos Premios Goya por su adaptación al cine. «Su agenda está más que apretada pero aceptó, ha sido muy generoso y desde luego que sin sus dibujos, «Gurs» no sería lo mismo. Y quien vaya a ver el documental tampoco saldrá igual, no deja indiferente», concluye.
GUIHENEUF dice
enhorabuena Emilio
Hasta pronto
Monica (santolea)
Miquel Ferrer dice
Yo hace tiempo que trato de convencer a un amigo con contactos en el mundo del cine para que trate de impulsar la siguiente iniciativa: una película que narre los martirios de los reptesaliados por Companys en Cataluña y por el Frente Popular en toda España, en los años 30 del siglo pasado. Después del empache de peliculas de la guerra civil que sufrimos hace unos años se podría hacer una película que muestre la otra realidad de aquellos años.
Petra Granado dice
Me. Encanta