La Unión Musical Nuestra Señora de los Pueyos entregará este sábado el premio Sol Mayor a la Ronda de Boltaña. Lo hará dentro de los actos programados por Santa Cecilia, patrona de los músicos.
Como cada año, los miembros de la Unión celebrarán un concierto en el Teatro Municipal de Alcañiz para rememorar el día de la música. A partir de las tres de la tarde habrá un pasacalles para recoger a los nuevos integrantes y, a las 19.00, comenzará el acto. Actuarán el coro, el grupo de inciación y la banda sinfónica. Después se hará entrega del premio Sol Mayor.
La Ronda de Boltaña
La Ronda de Boltaña es un grupo aragonés que surgió en 1992. Un grupo de amigos de Boltaña pensó en la posibilidad de recuperar la ronda, un acto que había sido parte importante de las fiestas de Boltaña, pero que se había perdido. Recuperaron la tradición y a partir del verano de 1994 salieron a rondar por los pueblos del Sobrarbe, siendo estos quienes les dieron el nombre que hoy tienen: La Ronda de Boltaña. Desde entonces han realizado más de 1000 actuaciones. La mayor parte de ellas han sido rondas en pequeños pueblos del Sobrarbe o del resto del Pirineo aragonés.
Pero a raíz de grabar su primer disco, y al llegar a ciudades, festivales y lugares donde por el número de gente que acudía a verlos o por las propias circunstancias físicas del marco de la actuación no era posible rondar, tuvieron que empezar a tocar también en escenario.
En uno y otro caso -escenario o ronda-, su formación es la misma. Voces, instrumentos propios de la rondalla (guitarra, guitarro, laúd y bandurria), e instrumentos de su tierra pirenaica (la gaita de boto -hija de la del último de los viejos gaiteros de Sobrarbe, Chuan Cazcarra de Bestué-; la trompa -un oboe popular, concretamente el que tocaban los famosos músicos de Caserras, en la Ribagorza-; y representando a las tierras del Viejo Aragón, el chuflo y el salterio -una flauta de tres agujeros acompañada por un tambor de cuerdas-). Completan el grupo el clarinete, y otro instrumento que, sin ser popular, tiene ya una larga historia y un importante papel en las músicas -sobre todo en las de baile- no sólo del Pirineo, sino de toda Europa: el acordeón.
La Ronda hace sonar pasodobles, polkas y mazurcas; viejas danzas del Pirineo -el Tin-tan, el Cascabillo, los palotiaus…- y otras músicas que desde cualquier lugar del mundo han sabido llegarles al corazón; piezas tradicionales, o de nueva creación; canciones, bailes… y alguna jota.
Ronda al estilo de la montaña: ante una puerta se canta, ante otra se baila… y en todas se come, se bebe y se charra con tantos amigos, parientes y vecinos que hoy viven lejos y a los que hacía un año que no se veía. Más de un centenar de canciones que desde la lágrima a la risa, quisieran explicar y defender la tierra, las gentes, la cultura y la manera de vivir del Pirineo, y que hoy constituyen la práctica totalidad del repertorio que interpretan al subir a un escenario, pero sólo una pequeña parte – aunque muy importante para ellos- de lo que cantan por las calles. Y ya en el año 2019, siguen estando donde estaban, donde quieren estar, en Boltaña. Pero rondando, eso sí, algunas veces bastante más lejos de donde tenían previsto, y cobrando, como siempre, muy cara su música en chiretas, vino, fiesta y amistad.