El primer hotel de 5 estrellas de la provincia de Teruel podría ser una realidad en menos de dos años
El primer hotel de cinco estrellas de toda la provincia de Teruel podría estar más cerca de abrir sus puertas al público. Los promotores de la restauración y puesta en marcha de este establecimiento habrían obtenido en las últimas semanas el visto bueno de Patrimonio y el permiso municipal de obras para poder ejecutar el proyecto de reforma y transformación de la histórica Torre del Marqués en un hotel de lujo que podría abrir sus puertas en 2020. La finca, situada en el término municipal de Monroyo, requeriría de una actuación integral en el interior del edificio así como en los jardines y en el terreno circundante, que durante estos días ya esta siendo objeto de distintas labores de desbroce. Pese a que todavía no hay una fecha de apertura del nuevo hotel, distintas fuentes consultadas confirmarían la intención manifestada en 2017 por la empresa propietaria del edificio de abrir.
La empresa que está detrás de la restauración y puesta en marcha de este complejo hotelero tiene su sede en Madrid. Fuentes de la promotora explicaron hace varios meses que la intención es crear en Monroyo, un espacio de encuentro dirigido a gente de gran poder adquisitivo, grupos, consejos de administración de grandes empresas y multinacionales, lo cual, recalcan, repercutiría en el resto de restaurantes de la zona ya que, explican, la intención es ofrecer un modelo de turismo en el que el cliente se «moviese» por todo el territorio y consumiese producto local.
El proyecto contempla, del mismo modo, actuar en la cercana finca del denominado Mas de la Llusia. Ambas actuaciones requerirían una inversión total de más de 5 millones de euros. La actuación se hará, según manifestaron en su día desde la empresa, con profesionales de la zona. Además se están llevando a cabo distintas labores de documentación histórica para devolver íntegramente el estado del edificio a su época de construcción en el siglo XVIII.
La finca de La Torre del Marqués fue proyectada en 2006 por un gran grupo empresarial como un centro de carreras y eventos hípicos que llegaron a televisarse y en el que llegó a participar el jinete Cayetano de Alba. Sin embargo la inviabilidad económica, agravada por la crisis, llevó a interrumpir el proyecto y la finca tuvo que ser subastada.