El presidente aragonés, Javier Lambán, avanzó el viernes la rebaja fiscal para las rentas medias y bajas pactada por los socios del cuatripartito, que pasa por reducir el tramo autonómico del IRPF para los que declaran hasta 50.000 euros y compensar parcialmente su impacto con una subida a las rentas más altas, de los impuestos ambientales y la creación de otro que grave el impacto visual de las energías renovables. También ampliará las exenciones y bonificaciones en Sucesiones y Donaciones. Su entrada en vigor será a partir del próximo año, con efectos retroactivos a enero de 2022 en el caso del IRPF, mientras el nuevo tributo se aplicará «a medio plazo».
El anuncio se hizo esperar hasta el mediodía, en la réplica a Cs en el debate sobre el estado de la comunidad, en la que aseguró que la «actualización» impositiva beneficiará al 99% de los contribuyentes, pero sin aclarar el alcance de la reducción de tipos en el IRPF. A su juicio, la reforma es «equilibrada, estructural y ajustada» y pensada también para favorecer el emprendimiento y la iniciativa empresarial.
Lambán indicó que la rebaja del IRPF será gradual y descendente hasta los 50.000 euros y a partir de ese tramo se subirá el impuesto. Los que cobren más de 90.000 euros tendrán que pagar más porque ya no se compensará la reducción con los tramos bajos del impuesto. Y lo que descartó es la deflactación de este tributo defendida por la oposición al tratarse de una bajada lineal y no progresiva. No obstante, el acuerdo estará sujeto a la negociación parlamentaria con la oposición.
Estas reducciones, ha aclarado, se añadirá el impacto de las medidas aprobadas por Hacienda, que serán efectivas en las retenciones de las nóminas a partir del 1 de enero de 2023.
El alivio fiscal no queda aquí, Lambán también anunció una ampliación de las reducciones en el impuesto de Donaciones a favor del cónyuge y los hijos, que también afectará cuando se trate de la compra de la vivienda habitual. Así, apuntó que se ampliará de 75.000 a 100.000 euros la exención cuando la donación se haga a favor del cónyuge y de los hijos, siempre y cuando el patrimonio del beneficiario no exceda de los 100.000 euros.
Igualmente, se elevará el límite libre de tributación de 250.000 a 300.000 euros cuando se done a favor de los hijos para la adquisición de la primera vivienda habitual o de un inmueble para su destino al mismo fin, pero restringiendo este beneficio a solo algunos de los municipios de la comunidad autónoma de Aragón, que no ha especificado.
En cuanto a las medidas de impulso al emprendimiento y la iniciativa empresarial, Lambán ha apuntado que se bonificará la reinversión en actividades empresariales y profesionales, para posibilitar también «el relevo generacional». Para ello, las reducciones llegarán al 99% y ampliándose los beneficiarios más allá del cónyuge y descendientes.
En concreto, afecta a la adquisición mortis causa sobre empresa individual, negocio o participaciones, al beneficio fiscal por las adquisiciones por el mismo motivo que se destinen a la creación de una empresa y cuando la donación de una empresa a donatarios distintos del cónyuge o descendientes garantice el mantenimiento tanto de la actividad como del empleo.
Igualmente, se beneficiará de esa reducción del 99% la creación de empresas y empleo cuando se done dinero u otros bienes muebles o inmuebles.
Para paliar este impacto sobre las arcas autonómicas, Lambán defendió elevar la recaudación por la vía de los impuestos ambientales. Y ha detallado que incrementará un 10% todos los tramos de la escala sobre las grandes superficies comerciales, un 15% sobre determinados usos y aprovechamientos de agua embalsada y sobre las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta tensión.
Igualmente, adelantó su pretensión de crear un nuevo tributo que grave el impacto visual y paisajístico de las instalaciones de renovables, aunque en este caso será a «medio plazo» y sujeto al pacto político con el resto de partidos.
Los socios cierran filas
Los cuatro socios del cuatripartito, PSOE, Podemos, CHA y PAR, escenificaron un gran cierre de filas a la hora de hacer balance de su legislatura, para lo que aparcaron en sus discursos las diferencias que mantienen en materia de agua y nieve para defender lo que les une. No solo aludieron a sus «políticas valientes» para proteger a los aragoneses durante la pandemia y paliar los efectos provocado por la guerra de Ucrania, sino a los avances sociales y en servicios.
El vicepresidente y líder del PAR, Arturo Aliaga, quien defendió el acuerdo fiscal avanzado por la mañana, como lo hicieron el resto de sus compañeros, con sus matizaciones en función de su tendencia política.
Aliaga destacó la estabilidad y moderación» que ha aportado su partido en esta legislatura y, como el resto, se centró en vender sus logros de gestión. En su caso, indicó que si de algún aspecto debía sentirse «orgulloso» es del impulso a las renovables y la apuesta por el hidrógeno. Así, apuntó que los parques eólicos y las plantas fotovoltaicas producen ya 5.812 megavatios, a los que se sumará la producción de más de 12.000 en los próximos meses.
No se olvidó de los planes de choque para el sector de la nieve y la hostelería por la pandemia, los planes de ayudas a la eléctrica o del bono social térmico. También dedicó minutos a la defensa del Estatuto y al autogobierno.
Le siguió la diputada de CHA, Isabel Lasobras, que cubrió a su portavoz, Joaquín Palacín, porque una gastroenteritis le obligó a quedarse en casa. Aludió a la legislatura «atípica» porque tras capear la covid deben atajar la escalada inflacionista y asumir el reto de cambiar el modelo de producción. Igualmente, defendió la necesidad de una financiación justa y avanzar hacia la «cogobernanza», sin olvidar la exigencia de un nuevo modelo energético «planificado con el territorio». De la misma forma, destacó la recuperación de Canfranc y la apuesta de la vivienda de su compañero y consejero de Vertebración, José Luis Soro.
Los turnos continuaron con Marta de Santos (Podemos) y Vicente Guillén (PSOE), que aprovecharon también para lanzar duras críticas al PP y contrarrestar sus «recortes» con las políticas sociales del cuatripartito.
De Santos también puso tareas al presidente y planteó hasta siete propuestas, desde ampliar las ayudas a la pobreza energética y aumentar la prestación aragonesa hasta extender las cocinas propias a todos los colegios y la contratación de los bomberos forestales los doce meses del año. Al igual que el resto, aludió a la gestión de su consejera, Maru Díaz, que calificó de «incontestable» con el acuerdo de financiación a la Universidad, el récord en becas y la apuesta por la I+D+i.
Guillén contrapuso la gestión del Ejecutivo frente al «catastrofismo y el Aragón en negro» que, a su juicio, dibuja el PP. Como colofón, el presidente, Javier Lambán, aseguró que el cuatripartito tiene «fuelle» con una «transversalidad y moderación » que tiene visos de «continuidad ».
Críticas de la oposición
El PP dio por terminada la era Javier Lambán. Su portavoz en las Cortes, Mar Vaquero, desgranó en un discurso incisivo los problemas que asolan a la comunidad poniendo el acento en dos de ellos, la sanidad y la fiscalidad, como esperaba Lambán, que casi los desactivó al deslizar el trazo grueso de la reforma fiscal y la próxima ampliación del Hospital Royo Villanova, también en la capital, sin presupuesto ni plazos.
El líder de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, quiso desmarcarse del resto de la oposición y planteó de nuevo un discurso de mano tenida al presidente Javier Lambán. Instó a alcanzar «grandes pactos» que afecten al menos a una generación de aragoneses para afrontar el cambio de época, pero sin dejar de exigir al cuatripartito acelerar las inversiones en infraestructuras y no caer en el «inmovilismo» con el único objetivo de seguir unidos hasta el final de la legislatura.
El portavoz de Vox, Santiago Morón, considera que el proyecto político de Javier Lambán para Aragón «está agotado y tiene fecha de caducidad: mayo de 2023». Ve, incluso, grietas en el cuatripartito (PSOE, PAR, Podemos y CHA), en una lectura del panorama político que rechazó de pleno el presidente de Aragón, que no solo defendió la cohesión de la coalición sino que acusó al partido de Santiago Abascal de ser un socio de Gobierno «tóxico». Morón instó al Ejecutivo autonómico a adelgazar la estructura administrativa para rebajar los gastos.
Izquierda Unida le reclamó a Lambán que «cumpla con todos los pactos» a los que llegaron PSOE e IU, «que se aprobaron en las Cortes y todavía no se han cumplido». En concreto, su portavoz, Álvaro Sanz, detalló ayer que han sido «más de 100» iniciativas propuestas en la Cámara, que han sido «ignoradas». Asimismo, le solicitó que «no solo ponga la alfombra roja» a las empresas y que «actúe contra la desigualdad». «Hasta 33 veces nombró en su discurso de ayer a las empresas y ninguna a los trabajadores y los salarios», le recriminó Sanz, del mismo modo que criticó que «está instalado en planteamientos neoliberales».
El Bajo Aragon también existe dice
Mejor sería que controlaran el montaje de plantas fotovoltaicas, los lugares y la cantidad, pero eso no le interesa a ninguno porque las ponen en Teruel y para ellos no existimos. Vergonzoso. Y encima el sr. Aliaga está orgulloso, que poca vergüenza tiene y cuanto habrá sacado.
No me lo puedo creer dice
Los políticos, nos toman por idiotas. Por un lado, rebajan el IRPF, a las rentas bajas. Luego, te aumentan «los tributos ambientales y de uno nuevo a las renovables», que por cierto, ese aumento, repercutirá a las clases bajas.
Osea, por un sitio te quitan y por otro te añaden. Al final, pagaremos más.
Mal camino llevamos.