En el último pleno del año 2018 del Ayuntamiento de Caspe se presentaron las cuentas de 2017 fuera de los plazos legales. Se tendría que haber sometido a la Comisión Especial de Cuentas antes del 1 de junio y lo fue el 5 de noviembre. Se tendría que haber llevado a pleno antes del 1 de octubre, y se hizo el 21 de diciembre. Y también se tendría que haber presentado a la Cámara de Cuentas de Aragón antes del 15 de octubre, pero lo fue el 5 de noviembre, siendo rechazada por dicha institución, al ser presentada fuera de plazo y sin la aprobación del pleno.

Por otra parte, hay un desfase de más de 600.000 euros entre la suma de euros que indican los certificados de saldo bancarios a 31 de diciembre de 2017, y lo indicado en saldos de tesorería en la cuenta de gestión.

Asimismo, en el apartado de presupuestos anteriores ya cerrados, se indica que el Ayuntamiento adeuda aún más de 300.000 euros desde 2005 al 2017. Creemos que si es de ley que se paguen estas cantidades, deben pagarse. Y si no, deberían depurarse de la cuenta.

De la misma manera, al Ayuntamiento le restaban de ingresar entre los ejercicios 2010 y 2016, a 31 de diciembre de 2017, más de 3 millones de euros. Evidentemente, se comprende que es más difícil cobrar que pagar, pero aún así, creemos que no debería haber tanto sin cobrar.

Estas puntualizaciones son la punta del iceberg que aparecen tan solo observando por encima, sin entrar en el detalle. No creemos que sea forma de presentar unas cuentas, que dado lo explicado, son totalmente ficticias. Y nos asombramos de que después del varapalo del informe de la Cámara de Cuentas de Aragón sobre las cuentas del 2013 al 2015, se siga sin implementar las medidas necesarias para presentar unas cuentas claras y coherentes.

Por todo esto Aragón Sí Puede votó en contra. Pasmosamente, PP y CHA votaron a favor. Nosotros creemos que por más que sea un «documento técnico», tampoco hay que comulgar con ruedas de molino. Y estas son muy grandes.