En un momento en el que los equipos de protección personal (EPI) escasean, la tecnología, el ingenio y la voluntad de los vecinos del Bajo Aragón están más vivos que nunca. Armados con tela y máquinas de coser, muchas han sido las personas, asociaciones o empresas que han dedicado sus esfuerzos a confeccionar mascarillas para el personal sanitario de los Centros de Salud, residencias e incluso el propio Hospital Comarcal.
Pero además de contar con sus manos, también en el Bajo Aragón han puesto la tecnología disponible a trabajar. Un grupo de vecinos del territorio ha comenzado a crear, gracias a sus impresoras 3D, pantallas protectoras para los sanitarios. Es el caso de Juan Sangüesa, jefe del Departamento de Tecnología del IES Damián Forment de Alcorisa, que cuenta ahora con dos de las máquinas del centro.
Esta iniciativa surgió a nivel nacional bajo el nombre ‘Coronavirus Makers’, y trata de organizar a través de la aplicación móvil Telegram a miles de voluntarios para crear un material necesario y escaso en estos momentos. «Me enteré por las noticias y me puse a investigar. Entré en el grupo de Aragón y vi que había un diseño de una máscara para poder imprimir y facilitarla a médicos, enfermeras y profesionales que trabajan en Centros de Salud para protegerse «, explica Sangüesa. Tras hablar con la directora del IES Damián Forment y trasladar dos impresoras 3D y el material necesario desde el centro hasta su domicilio se puso manos a la obra.
Lo que están ahora elaborando son las diademas que sujetan las pantallas, a las que hay que añadir una goma para ajustarla bien a la cabeza y también un acetato. «El acetato es una lámina plástica que impide que cuando el personal sanitario atiende a un paciente le lleguen las microgotas que emite», explica. Una vez fabricadas varias de estas piezas, Sangüesa las empaqueta y otros voluntarios las recogen y las llevan al Hospital. Allí son desinfectadas y se acaban de montar para que estén listas cuando las necesiten los sanitarios.
Por el momento Sangüesa ha entregado una quincena, pero continúa trabajando en ellas. Con un tiempo de impresión estimado que va desde una hora y media a dos horas -dependiendo del relleno de la pieza-, la fabricación diaria asciende a la decena de diademas. «Dentro del grupo del Bajo Aragón estamos 30 personas, pero no todos tienen impresoras, calculo que habrá unas 12. Yo, por ejemplo, dispongo de dos impresoras pero solo puedo usar una, dado el tamaño de las piezas», detalla. Además, en el grupo de la provincia de Teruel están 44 voluntarios.
Muchas empresas en toda España han donado a ‘Coronavirus Makers’ el material necesario para la impresión 3D, denominado poliácido láctico (PLA). «Desde Zaragoza se está mandando hilo de este tipo al Bajo Aragón para repartirlo entre las personas que estamos trabajando en esto», cuenta. No obstante, su impresora 3D necesita otro tipo de bovina, por lo que ya ha hecho un pedido que asegure las próximas remesas de diademas.
Sangüesa hizo también un llamamiento a la colaboración ciudadana en el programa ‘Hoy es tu día’ de Radio La Comarca (entrevista a partir del minuto 25.00): «sabemos que físicamente no se puede, pero respecto al acetato, a la goma, y el hilo de PLA sí es posible colaborar, solo hay que ponerse en contacto con el Hospital de Alcañiz o con el Centro de Salud».
pereza burocrática dice
Una excelente noticia, donde no llega la política está siempre el lado humano de la gente.
Lo importante es decir que se han puesto 60000 denuncias y 400 detenidos y tal……….. mientras tienes a los que se la juegan en la calle, en los hospitales sin medios.