El periodista y escritor especializado en deportes, Chema González, centró su ponencia durante el Curso de Periodismo Deportivo de Alcañiz en cómo conjugar periodismo y literatura, centrándolo además en la cuestión deportiva. González defendió ante los jóvenes asistentes la posibilidad de que el deporte sea protagonista en determinados productos literarios, además de periodísticos.
Una visión diferente y quizá arriesgada, a pesar de que de un tiempo a esta parte se ha estado explorando. Prueba de ello el propio González, autor de libros como «Cuentos esféricos» y «Goles al margen». Y es que deporte y literatura no están tan lejos como parece, a pesar de que el deporte entendido como una acción de masas movida por la pasión y el sentimiento de pertenencia surge en el siglo XX, y es algo relativamente reciente. «La crónica deportiva enraíza con las epopeyas griegas. Los deportistas son los nuevos héroes. El deporte es ahora un ejemplo de heroicidad, y es también una manera de que los países no batallen entre ellos. Es un sustitutivo de la rivalidad entre naciones y también símbolo de patriotismo», destacó.
El periodista hizo reflexionar al patio de butacas sobre los géneros en prensa, incidiendo en que en el periodismo hay mucha literatura aunque pase desapercibida. «Hay literatura en el relato corto, en los artículos de opinión, en los reportajes y en la crónica», explicó. Animó también a buscar esas nuevas forma de contar los hechos, de narrar los encuentros deportivos: «Hay otro periodismo posible y eso en lo que tengo que insistir. Hay otras formas de hacer periodismo de calidad».
Además, quiso unirlo con el cine porque son muchas las películas que se insertan en el mundo del deporte, contando las historias que hay detrás, que es lo que en el fondo buscan tanto el periodismo como la literatura. En la pantalla del Teatro Municipal de Alcañiz se proyectaron diferentes fragmentos de películas que certificaban la visión de González: desde «Toro Salvaje» hasta «Million Dollar baby», «Campeones» o «El penalti más largo del mundo’. Pequeños trozos de grandes películas que convencieron a los asistentes de que sí hay ‘Otro modo de contar’.