Nunca, amigos y acalorados lectores, he llevado a gala el chovinismo literario, pero ello no me impide el reivindicar, cuando toca, los logros y méritos de nuestros escritores patrios. Pues bien, esto viene a que siempre se ha creído que la primera mujer que escribió una novela policíaca fue Agatha Christie, y ahora sabemos que no fue así, pues una década antes fue publicada: «La gota de sangre» (1911), novela policíaca salida de la mano de una de las más grandes escritoras europeas del siglo, nuestra doña EMILIA PARDO BAZAN. ¡Ahí queda eso!
La verdad es que doña EMILIA no era una autora que se encasillara en un género literario. Ella trajo a España el naturalismo de Zola y en él se sintió cómoda. Por cierto, que esto le supuso el divorcio de su marido, pues la literatura francesa estaba muy mal vista, pero doña EMILIA lo tuvo claro, se quedó con la literatura. Con ese naturalismo con el que envolvió todo tipo de temas e inquitudes que la acuciaban: el amor, la denuncia social, la violencia hacia la mujer, el terror y, también, lo policíaco.
Como buena intelectual y lectora compulsiva, doña EMILIA no fue ajena al primer fenómeno literario de masas inglés que protagonizó el genial Arthur Conan Doyle con su famoso detective Sherlock Holmes. Pero la escritora gallega menospreciaba la «facilidad y parsimonia» con la que, a su juicio el personaje resolvía los crímenes y no se resistió a intentar hacerle la competencia. Para ello creó al detective aficionado Ignacio Selva, castizo y cosmopolita, dotándole de la profundidad psicológica que ella creía que le faltaba a Holmes, y le hace desentrañar un caso en el que se ve inmerso por sorpresa en «La gota de sangre».
Doña EMILIA se entusiasmó con el nuevo género, tanto que hasta proyectó un viaje a Inglaterra para «tomar lecciones de los maestros», y así «…tendré ancho campo en este Madrid donde reinan el misterio y la impunidad». Empezó a escribir una continuación de aquella primera obra, pero…nunca volvió a publicar más aventuras de Selva ni ninguna otra obra policíaca en vida. «Yo creo, nos dice el profesor José Mª Paz, que consideró que aquellas novelas no estaban a la altura del resto de su obra. Era una mujer muy perfeccionista… Quería enseñarle a Conan Doyle como se escribía una novela policíaca y las expectativas que se creó ella misma eran tan estratosféricas que se dio cuenta de que no las había cumplido»
Pero, entre la ingente documentación que la hija de doña EMILIA legó se encontraron dos versiones mecanografiadas de una novela inédita protagonizada por Ignacio Selva, en un estado pésimo de conservación. La loable labor del profesor José Mª Paz ha logrado ordenarlos para su publicación; y así, en este año del centenario de la autora, la editorial Ézaro ha editado un precioso volumen titulado: «LOS MISTERIOS DE SELVA», que incluye las dos novelas que doña EMILIA dedicó a resolver robos y misterios.
Ciertamente no estamos antes las novelas perfectas que doña EMILIA quería pero, hay que reconocer, siempre es un verdadero placer el leerlas.
Y por último, y para darnos cuenta de lo mucho y bien que se informaba la autora para escribir sus obras, en estas dos novelitas vamos a encontrar referencias a las obras más conocidas del género en aquella época y que ahora son clásicos, como los personajes Sherlock Holmes, Arsene Lupin (tan de moda ahora) y Fantomas. Su faceta de crítica literaria sale a relucir cuando habla de estas obras a través de su detective Ignacio Selva.
Siempre genial e irrepetible doña EMILIA PARDO BAZAN.
Miguel Ibáñez. Librería en Alcañiz