Mucho más que un bar o una tienda es el multiservicio rural de La Cerollera para sus 74 vecinos. Tampoco es solo el establecimiento donde comprar el pan o pasar consulta para quienes viven en La Cañada de Benatanduz. Mucho menos únicamente un restaurante en Torrecilla de Alcañiz. La red de multiservicios rurales en Teruel cumple veinte años, y lo hace con un amplio abanico de servicios desplegados a sus espaldas.
La Cerollera ha acogido la celebración del aniversario, donde con ilusión se ha simbolizado la consolidación del proyecto que arrancó en 2003 de la mano de la Cámara de Comercio de Teruel. En el acto han intervenido el presidente de la Cámara Comercio, Antonio Santa Isabel; y la responsable del departamento de Comercio y Desarrollo Territorial de la Cámara, Nuria Ros; entre otros representantes de la entidad. También han participado el diputado provincial Diego Piñeiro; la directora general de Comercio, Eva Fortea; el subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro; y el alcalde de La Cerollera, Antonio Celma.
Actualmente, en la provincia turolense se encuentran 94 multiservicios abiertos de los 152 disponibles en Aragón, lo que implica el 62%, casi dos tercios del total. Se suman a los 20 en la provincia de Huesca y 28 en Zaragoza.
A la ilusión de recordar el trabajo conseguido, se ha añadido un sabor agridulce, y es que, como coinciden los agentes implicados, hay que ser conscientes de que los multiservicios rurales se abren en lugares donde no hay más oferta, porque el pueblo no tiene la capacidad suficiente para mantener un local privado abierto. «No es una alegría que se abra un multiservicio, pero es una realidad y por ello debemos seguir apostando por ellos, para dotarlos cada vez de más servicios», ha explicado Antonio Santa Isabel, presidente de la Cámara de Comercio de Teruel. Nuria Ros, responsable del departamento de Comercio y Desarrollo Territorial de la Cámara de Comercio de Teruel, también ha coincidido: «Es una solución, pero tampoco es favorable que la red crezca, porque significa que nuestros pueblos se están quedando desabastecidos».
El multiservicio del pueblo anfitrión combina la zona de bar, restaurante, tienda y alojamiento. Además ha instalado taquillas para recoger los productos comprados fuera del horario comercial. Antonio Ezequiel Celma, alcalde de la Cerollera, ha definido así el espacio: «El bar es el punto de encuentro, la tienda es fundamental para todos, pero especialmente para gente mayor que no puede desplazarse, y el hostal permite que la gente se hospede y venga a ver el pueblo». Aunque algún establecimiento ve problemas en encontrar quién lo gestione, no es el caso de la Cerollera, donde los actuales gestores repiten tras un año de trabajo.
Gracias a la cooperación público-privada, al apoyo del Gobierno de Aragón, Diputación de Teruel y la coordinación y gestión de la Cámara de Comercio, los MSR se ponen en marcha en cada municipio atendiendo a la necesidad de cada localidad. Además, los ayuntamientos son los promotores, porque ponen a disposición el local necesario.
Reinvención
Ya instaurados en el territorio, ahora estos espacios se reinventan para adaptarse y mejorar. Gracias a una inversión de 691.262 euros procedente de los fondos Next Generation de la Unión Europea y la Diputación Provincial de Teruel, se ha llevado a cabo un proyecto de modernización y digitalización de la red. La reinvención ha permitido mejorar la calidad del servicio ofrecido, contribuyendo con ello al desarrollo económico de la región.
Con la financiación se ha adquirido equipo informático y TPV, envasadoras, desfibriladores, expositores, taquillas y red wifi. Además de una renovación de la imagen, pintando los establecimientos y renovando la cartelería. La nueva era de los multiservicios también busca ser más sostenible, por lo que se han incorporado bolsas ecológicas e iluminación led de bajo consumo. Siguiendo con la idea, desde la Cámara también añaden que están trabajando en colocar placas fotovoltaicas y un sistema cashback para que la gente pueda sacar su dinero directamente en un multiservicio rural. También buscan implementar una guía gastronómica de multiservicios. «Nos damos cuenta de que cada local tiene sus productos específicos, su cocina, y queremos plasmarlo para generar una ruta y un entorno agradable», ha remarcado Santa Isabel.
Desde la DPT también están convencidos de continuar invirtiendo en el servicio. «El objetivo es que la gente vea que estos proyectos son viables. Son una forma más de poder vivir en el mundo rural, pero hay que facilitar a los gestores las herramientas necesarias para desarrollar sus proyectos y conseguir que cada vez sean más rentables», ha remarcado Diego Piñeiro, diputado de Cultura, Turismo y Deportes.
Estacionalidad y escasa demanda
Los comercios locales y, en concreto, los multiservicios se enfrentan a diversos problemas, entre ellos y el principal, hacer frente a una ubicación en una zona de baja demanda comercial. Además, la clientela está estacionalizada en periodos vacacionales o fines de semana. Sin embargo, la crisis sanitaria fue un punto de inflexión, cuando la gente vio una mano amiga en los comercios a la puerta de su casa. La situación fue el impulso necesario, ha puntualizado Santa Isabel: «Después de 20 años se ha demostrado la importancia real que tienen los multiservicios. En la pandemia nos dimos cuenta que son la única vía para la gente que vive en los municipios de poder comprar, se vio que, efectivamente, había que continuar trabajando en ello».
Pese a las dificultades a las que se enfrentan, estos espacios y sus gestores, conscientes del papel que desempeñan, continuarán trabajando para abrir cada día las puertas de sus locales. Los asistentes al acto y vecinos de municipios que a diario visitan estos establecimientos coinciden: larga vida al comercio rural y a los multiservicios, que son la definición de economía sostenible rural y, por encima de todo, el punto neurálgico de los municipios.