Los cortes son frecuentes en muchas zonas y en el Maestrazgo han llegado a contabilizar 25 días seguidos sin línea
A veces unas horas, a veces unos días, a veces incluso semanas… Por desgracia, la pérdida de cobertura móvil es un problema casi cotidiano en muchos municipios del Bajo Aragón Histórico en pleno 2018. Los pueblos se sienten indefensos ya que no pueden hacer más que reclamar a las compañías, y denuncian que «pagan los mismos impuestos que el resto» pero reciben un servicio peor. La realidad es especialmente difícil en el Maestrazgo, donde al margen de las caídas de red «hay que partir de que la cobertura es mala siempre y nunca funciona bien en toda la comarca», en palabras de Arturo Martín, presidente comarcal.
Pueblos pequeños como Montoro de Mezquita han llegado a estar nada menos que 25 días seguidos sin cobertura en pleno invierno, dejando a sus habitantes incomunicados en una situación tan surrealista como dramática. «El tema de la cobertura es un desastre, estas tierras están muy abandonadas», explica Carmen Olague, vecina de la localidad.
Andorra – Sierra de Arcos y Cuencas Mineras son otras dos comarcas donde suele haber problemas de cobertura, especialmente tras las tormentas estivales o en invierno. La buena noticia es que se espera que los cortes desaparezcan pronto con la mejora del centro de comunicaciones de Majalinos en Ejulve, que abastece a varios municipios.
En algunos pueblos del Matarraña también es relativamente frecuente que haya cortes de cobertura, si bien la situación ha ido mejorando poco a poco con el paso de los años. El problema llega en enclaves turísticos naturales como el Parrizal de Beceite, donde el alcalde denuncia que «no hay cobertura y en caso de accidente hay que bajar cinco o seis kilómetros para poder notificar a Emergencias».
Cabe destacar que una de las causas de los cortes es el robo de gasoil de los repetidores locales, algo ante lo que los pueblos no pueden actuar.
El caso de Castelserás
Los problemas de cobertura no son tan frecuentes en el Bajo Aragón-Caspe, Bajo Martín y Bajo Aragón, y cuando se dan suelen ir ligados a las incidencias meteorológicas. Llama la atención el curioso caso de Castelserás: la corporación municipal logró dejar atrás el antiguo generador de Movistar, ubicado en la ermita y que causaba cortes frecuentes, para cambiarlo por una nueva torre de telecomunicaciones en el depósito de aguas. Hace apenas unos meses se puso en funcionamiento, con la mala planificación por parte de la compañía de dejar unas 30 viviendas fuera del rango de la antena y, por lo tanto, sin cobertura. «Estamos pendientes de que Movistar nos haga caso y soluciene este inconveniente que han provocado: han colocado una torre de grandes dimensiones que no da cobertura a todo el municipio», manifestó Javier García, alcalde de la localidad.