El cambio de legislatura no ha supuesto solo un relevo de signo político para los pueblos, sino que se ha convertido también en una oportunidad para poner en marcha y rescatar organismos de participación que hasta ahora permanecían estancados. Es el caso del consejo de Salud de la zona de Maella en el que participan también Fabara y Nonaspe y que hace unas tres semanas se reunió para el primer encuentro desde su reconstitución. El objetivo del rescate de esta iniciativa es que exista un órgano consultivo a través del cual se puedan poner en marcha las necesidades de los habitantes del territorio.
Entre las actividades que se pretende llevar a cabo la primera de ellas ha sido la colocación de unos buzones en los tres centros de salud para que sean los usuarios los que puedan depositar sus sugerencias o recomendaciones. La intención es que las necesidades ciudadanas puedan ser derivadas a la institución competente en la materia.
«Es un órgano que ya estaba constituido, pero no se le estaba dando uso, no había reuniones», explica Elena Bondia, alcaldesa de Maella y consejera delegada de Sanidad en la Comarca del Bajo Aragón Caspe. «Hay un problema en la zona de falta de médicos y servicios y queremos poder tener un órgano para transmitir las quejas y problemas», añade la primera edil maellana.
En este sentido asegura que las tres localidades han mostrado un gran compromiso para volver a poner en marcha este servicio en el que hay representación no solo de los tres consistorios, sino también de varias asociaciones locales, de médicos del centro de salud, personal de atención primaria y personal de las farmacias de la zona. «El reparto de los cargos del consejo se ha realizado de forma que la representación de los tres pueblos sea equitativa», añadió Bondia.
Se unen Fabara y Nonaspe
Fabara y Nonaspe también comparten la importancia de la puesta en marcha de este servicio para los ciudadanos. Así lo ratifica el primer edil nonaspino, Fernando Taberner, «creo que es muy importante y ha sido uno de los puntos que los tres municipios hemos querido impulsar desde el principio de esta legislatura», asegura. Taberner asegura que la primera reunión que se celebró en Maella el pasado 15 de abril fue «una primera toma de contacto muy fructífera».
En el caso de Fabara, es Arancha Bielsa, una de las concejales la que representa al consistorio en el Consejo. «Estas reuniones se paralizaron porque la realidad es que los que estaban en el momento se cansaron de no recibir respuestas de parte de las instituciones en Zaragoza», explica Bielsa.
Además, también se ha pedido a cada una de las localidades que aporte un censo de sus habitantes para poder realizar una radiografía de la población de la zona, que en este caso, explican, está bastante envejecida. Además, las localidades también consultarán con empresas privadas para llevar a cabo una recopilación de datos sobre el número y la procedencia de población extranjera que acude a la localidad para trabajar durante la campaña de recogida de fruta. «Es muy importante saber quien está viniendo a nuestros pueblos porque así también se puede tener en cuenta si son necesarias vacunas u otro tipo de atenciones», explica Bielsa.
Por el momento aseguran que desde el consejo se está trabajando en el análisis de diversos proyectos de mejora y buscando financiación con la que llevar a cabo los mismos. Aun así, se espera que el órgano pueda recoger las quejas de la ciudadanía y que a través de el se puedan trasladar a instancias superiores.
En total, en el consejo participan concejales de los tres consistorios, la alcaldesa de Maella -como representante de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe-, representantes de varias entidades locales, médicos y personal sanitario del centro de Salud y una farmacéutica. Las reuniones se celebrarán cada tres meses y la próxima está ya convocada para el 3 de julio.