MIguel Alcañiz, maellano de nacimiento y teniente general del ejército, cuenta actualmente con una placa en reconocimiento a su labor en su casa natal en Maella. De este modo, Alcañiz fue nombrado hijo predilecto del municipio. Esta insignia fue descubierta el pasado sábado en un acto organizado para agradecer a Alcañiz su trabajo. Durante el mismo, el teniente general también ofreció su faja de general a la Virgen del Portal.
El general Alcañiz nació en Maella el 6 de febrero de 1955. En 1973 ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza con la XXXIII Promoción. Tras cinco años de estudios en esta academia y en la de Infantería de Toledo como Caballero Cadete y Alférez, en 1978 ascendió al empleo de Teniente de Infantería. En los empleos de teniente y capitán estuvo destinado en distintas unidades operativas: Operaciones Especiales (Tarragona), Regimiento «Garellano» 45 (Bilbao) y Regimiento «Badajoz» 26 (Tarragona), entre otras. Desde su ascenso al generalato en 2009 ha ostentado el mando de la Brigada de Infantería Acorazada Guadarrama XII, la Jefatura de Fuerzas Pesadas y el cargo de Jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME). También participó en misiones internacionales como fue la guerra en Bosnia en 1994, o en Líbano, donde vigilaban la paz entre israelitas y libaneses.
Este maellano siempre quiso dedicarse al ejército, desde su más tierna infancia, pese a no tener ningún familiar que fuera militar. Él mismo destaca que se trata de una vocación curiosa en un pueblo agrícola del interior como es Maella en el que «no se veía mucho esta profesión». «Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, yo respondía que deseaba ser capitán, a pesar de que yo no sabía ni lo que era eso. Pero así se fue forjando mi vocación. Yo empecé estudiando como cualquier otro niño, pero cuando llegó el momento de tomar una decisión tras el COU, ratifiqué que deseaba la vida militar, así que me presenté a las pruebas de ingreso. Y a partir de ahí, prácticamente me he dedicado en vida y alma a ello», relata.
Alcañiz recuerda que cuando comenzó su trayectoria, la situación política y de seguridad en España era muy diferente a la actual. «Era una España difícil, a pesar del despegue económico de los años 70», cuenta.
Este maellano ha recorrido numerosas provincias españolas, pero destaca su especial recuerdo a su estancia en Tarragona. «Guardo cariño al periodo en el que estuve en Tarragona, ya que allí conocí a mi mujer, Charo, y allí nacieron mis hijas Cristina y Patricia», explica, sin olvidarse asimismo de su experiencia en Asturias: «es una tierra increíble con gente encantadora».
Tras la condecoración como Hijo Predilecto, se siente «eternamente agradecido». «Nunca me lo habría imaginado, creo que no he hecho tanto para merecer esto. Pero este reconocimiento es un honor que agradezco mucho al alcalde y a la corporación municipal», concluye Miguel Alcañiz.