La derogación de la ley que obligó a arrancar el 80% de los melocotoneros (120 hectáreas) en Mazaleón y una línea de ayudas directas para los afectados fueron las dos medidas que la alcaldesa de la localidad, Rosa Orona, solicitó ayer en una reunión con el presidente de la DPT, Joaquín Juste y el consejero de Agricultura de la DGA, Ángel Samper. La primera edil ha asegurado que la situación en el pueblo después de tres años es «límite» y que prácticamente todos los vecinos afectados, la mayoría de los 400 habitantes que tiene el pueblo, están sobreviviendo a base de ahorros o créditos.
Orona ha explicado que, tanto la cooperativa del melocotón como el propio pueblo, se encuentran en una situación muy complicada porque son muy pocos los vecinos que se atreven a volver a basar toda su economía en torno al cultivo del melocotón. Además, recuerda que en los casos de los que se atreven a volver, plantar melocotón supone cuatro años de espera antes de obtener resultados. Un tiempo en el que además hay que afrontar los gastos de inversión.
La primera edil de Mazaleón ha querido agradecer la disposición de la DPT y de la consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón para solucionar un problema que afecta enormemente a este municipio. «Sabemos que con el cambio de gobierno hay muchos temas pendientes y mucha gente que quiere reunirse con el consejero y estamos muy agradecidos por la intervención de Joaquín Juste que ha hecho que nuestro caso sea prioritario«, ha asegurado Orona. Además, ha reconocido que el consejero de Agricultura tomó nota de todas sus peticiones y aseguró que se ponían a trabajar para que este fuera un tema primordial que solucionar a partir de principios de año.

Por su parte, el presidente de la DPT, Joaquín Juste, aseguró tras la reunión que «ante situaciones excepcionales hay que buscar soluciones excepcionales«. «Mazaleón lo merece y necesita ayuda y entre todos tenemos que conseguirla», concluyó. El pasado mes de diciembre la DPT ya firmó un convenio para aportar una subvención de 120.000 euros, dirigida a sufragar los múltiples gastos derivados tanto del arranque de los árboles como de la reposición, y que hayan sido asumidos tanto por la cooperativa como por los agricultores entre el 4 de noviembre de 2020 y el 30 de diciembre de 2022.
Ahora mismo, según la alcaldesa, el principal problema esta en el miedo de los vecinos a un nuevo contagio. «Todos sufren por si plantan y vuelven a obligarnos a arrancar. Nadie esta dispuesto a asumir esas perdidas dos veces«, explica.
La cooperativa, en situación crítica
La alcaldesa asegura que la situación, tanto del pueblo como la de la cooperativa, es «crítica». Los agricultores han pasado de recolectar más de 2 millones de kilos en cada campaña a rozar los 200.000 kilos anuales desde el arranque de los árboles. La DPT cuantifica las perdidas en más de tres millones al año.
«El melocotón da mucho beneficio, pero también da mucho trabajo, siempre ha habido familias que pasaban aquí prácticamente todo el año porque había trabajo y que ahora se han marchado», explica Orona. Durante estos últimos años la falta de fruta ha hecho que los pocos melocotones que se recogían pasaran por la cooperativa de la vecina localidad de Maella, pero este verano ha podido reabrirse aunque bajo mínimos. «Normalmente, allí trabajaban entre 25 y 30 personas en plantilla y este verano solo hemos estado una decena, los que somos socios«, cuenta Miguel Ángel Ferrer, presidente de la cooperativa del melocotón. Ferrer cuenta que donde una treintena de personas trabajaban 10 horas diarias en los momentos más intensos de la campaña, ahora solo están los diez socios que en tan solo un par de horas dos veces por semana pasan todos los frutos recolectados. «Antes en un día normal pasaban por la cooperativa entre 30.000 y 40.000 kilos de fruta y ahora apenas llegan unos 6.000 kilos diarios. Nosotros tenemos la suerte de que tenemos unas grandes instalaciones y que pueden soportar mucha carga de trabaja y que estos últimos años hemos tenido que cerrar», añade Ferrer.
Unas perdidas que no solo afectan a la agricultura, sino que han tenido efectos en otros aspectos, como el colegio que ha visto reducido su número de alumnos por las cinco familias que han tenido que marcharse. Además, durante estos últimos años, Mazaleón ha tenido que afrontar numerosas inclemencias meteorológicas que han mermado aún más la capacidad productiva de los árboles.
Una enfermedad simplemente estética
Fue hace tres años cuando una enfermedad que afecta a la apariencia de los melocotones, la Sharka-N, empezó a manifestarse en los melocotoneros españoles. Mientras en otras zonas la enfermedad fue calificada como «de convivencia» en Aragón, una ley obligó a los pueblos de Mazaleón y Maella a arrancar gran parte de los terrenos, provocando perdidas irrecuperables.
En ningún caso esta enfermedad afecta a la calidad de las piezas o imposibilita el consumo humano. Según explica la alcaldesa, la única afección que provoca se da en la piel de las frutas en la que aparecen una serie de motas oscuras, «como si estuvieran manchados», expone. En el resto de aspectos que marcan la calidad de la fruta, en este caso, tamaño y sabor, las piezas son «impecables».
otros ganarón a costa de …. que interes tuvo Lamban y compañía y a quienes beneficiaron,,, y como todo el mundo fué tan obediente??.
«Aseguró que se ponían a trabajar para que este fuera un tema primordial que solucionar a partir de principios de año»
La frase más significativa del artículo…. Empiezan dando largas y ganando tiempo, jugando con la ilusión y el futuro de mucha gente.