Un médico de urgencias de Maella sufrió una agresión física y verbal por parte de un joven ebrio al que estaba atendiendo el pasado 10 de abril. Además, pocas horas después del suceso, el sanitario descubrió que alguien le había roto las lunas del coche. Dos años atrás el mismo facultativo ya había sufrido otra agresión en este mismo centro. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF)- a la que el agredido pertenece- reclama una mayor seguridad para proteger a los profesionales sanitarios, especialmente en el mundo rural.
«Los profesionales del medio rural están especialmente desatendidos. En los centros de salud urbanos se están implementando medidas de seguridad como vigilantes y cámaras. Reclamamos estas medidas también para el medio rural», subraya Jessica Fessenden, enfermera y responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Aragón.
Esta última agresión se produjo el 10 de abril. Ese domingo, aproximadamente a las 20.00, un grupo de jóvenes acudió al centro de salud maellano para pedir ayuda para uno de ellos, que había ingerido mucho alcohol. El médico le atendió, pero el paciente le propinó un fuerte manotazo y le insultó. Posteriormente, cuando intentó sentarlo en una silla de ruedas, volvió a recibir otro golpe en el codo y sufrió los insultos de los acompañantes. Tras ello, el grupo de jóvenes decidió marcharse. Fue poco después cuando el médico descubrió que alguien le había roto las lunas de su coche.
A día de hoy, el agredido ya ha presentado la denuncia a la Guardia Civil –algo que ya hizo en el capítulo que vivió hace dos años- y también se ha comunicado la agresión al Departamento de Salud del Gobierno de Aragón, quienes aseguran «haber tramitado la denuncia ante prevención de riesgos laborales y haber puesto a disposición del agredido los servicios jurídicos como sucede siempre en este tipo de casos». A su vez, el CSIF ha pedido la convocatoria urgente de la Mesa técnica de agresiones para pedir medidas de protección para los centros de salud del medio rural y ha condenado, a través de su responsable de Prevención de Riesgos Laborales, que «sale muy barato» agredir a un profesional sanitario.
Aumento notable en las agresiones a sanitarios desde la pandemia
Según informa el CSIF, las agresiones a profesionales sanitarios están aumentando considerablemente en Aragón en los últimos años. Sin ir más lejos, en 2021 se comunicaron 355 agresiones a trabajadores en centros sanitarios de la Comunidad (seis en el sector de Alcañiz, al que pertenece Maella), un 50% más que en 2020.
Se cree que este incremento de agresiones podría venir motivado por una gran crispación con el personal sanitario entre la población a raíz de la pandemia, ya que han sido ellos quienes han estado en primera línea y ha sido el sector «más cercano» a la población. Otro factor puede ser la creciente sensibilización de condena a este tipo de abusos entre los profesionales. «Cada vez somos más conscientes de que no podemos permitir que se nos insulte o se nos agreda de ningún tipo. Antes quizás lo pasábamos más por alto. Esto también ha podido influir en el aumento de casos. Eso sí, siguen habiendo muchos sin notificarse, especialmente en el medio rural donde todos se conocen y las futuras consecuencias echan para atrás al denunciante», asegura Jessica Fessenden.
Unai Vallespí Irigoyen dice
Es una denuncia falsa. Este sanitario es muy poco profesional. Intenta esconder su mala praxis desvirtuando unos hechos que no ocurrieron como él afirma. Los ciudadanos esperamos que la investigación dé sus frutos y se abra un expediente disciplinario a este empleado público.