La modernización del regadío de la zona Acampador de la Comunidad de Regantes de Civán se licitará en febrero de 2023 y se espera que para finales de ese mismo año comiencen las obras de la nueva infraestructura. Así lo aprobaron este jueves los comuneros en una asamblea general extraordinaria celebrada por la Comunidad de Regantes de Civán. En la reunión se acordaron algunos términos específicos del proyecto. Asimismo, el presidente de Civán, Antonio Vicente, recordó que la resolución del proyecto es favorable.
La extensión en la que se implantará el sistema de regadío supone aproximadamente el 45% de la huerta vieja de Civán, esto es, ,alrededor de 2.000 hectáreas entre Caspe y Chiprana.
El coste que deberá afrontar cada regante es el aprobado en la asamblea correspondiente al mes de julio: 3.265 euros por hectárea, a los que habría que sumar 2.275 euros más si la financiación se desarrolla en 25 años, contando con un 4% de interés. No obstante, «si algún regante desea llevar a cabo otro tipo de financiación, puede hacerlo por su cuenta y pagarlo al contado si lo prefiere», apuntó el presidente de la comunidad. El coste de la financiación, según señaló Vicente, ha subido desde las últimas reuniones mantenidas, ya que en un principio se calculó que sería del 2,5% y actualmente se encuentra en el 4%.
Tras barajar las distintas opciones que plantean las entidades bancarias, los comuneros llegaron a un acuerdo aprobando la considerada como mejor opción para llevar a cabo este proyecto.
Una vez las instalaciones se hayan renovado, los agricultores deberán adaptar sus explotaciones al riego presurizado, para instalar sistemas de goteo o de aspersión. De hecho, este proyecto se caracteriza por no necesitar un excesivo bombeo, dado que contará con una balsa ubicada en un punto elevado para que sea la propia gravedad quien aporte la fuerza necesaria al agua de riego.
Asimismo, durante la asamblea también se expuso el punto en el que se encuentra el proyecto de conversión al regadío del sector del PEBEA. A este respecto, ya se ha publicado la licitación y se cerrará el plazo en enero de 2023. Por ello, se calcula que en marzo se adjudique la obra.
Una situación similar es la que vive la zona del Canal de Caspe, considerada de Interés Nacional, ya que recibió recientemente la aprobación de una nueva subvención para implantar también el regadío, dado que hasta el momento es, igual que el PEBEA, un terreno de secano.
Antonio Vicente defendió ambos proyectos como una oportunidad para la revalorización del terreno, así como la fórmula para asentar a jóvenes agricultores en la zona. «La productividad que pueda haber actualmente, tanto en las hectáreas de secano como en las de riego tradicional, es muy limitada«, sentenció Vicente. Él mismo añadió que se trata de una gran oportunidad de futuro para el territorio: «En el momento en el que estas dos zonas estén al 100% de su producción, se va a generar muchísimo desarrollo. Esto significa un gran esfuerzo por parte de los regantes, pero también supone un futuro bastante esperanzador«.