Aguaviva realizará este verano un estudio de sostenibilidad turística en el entorno de Cananillas
El verano es sinónimo de vacaciones y para muchos es difícil entender este tiempo de ocio sin el sol y la playa. A pesar de que en el territorio del Bajo Aragón Histórico es imposible disfrutar de la arena y el mar, sí existen muchas otras opciones con las que refrescarse. Las zonas de baño naturales están cada vez más de moda y el turismo de naturaleza poco a poco va ganando más adeptos. En este ámbito el territorio tiene muchos lugares con los que sentirse orgulloso. Beceite con el Parrizal y la Pesquera, Aguaviva con el entorno de Cananillas y el río Bergantes, Lledó con su piscina natural y las pozas del Algars , Pitarque con el nacimiento del río que lleva su nombre y Ariño con sus aguas termales, son algunos de los espacios naturales con los que hacer frente al fuerte calor que se espera durante los próximos meses. Según los expertos, este verano podría llegar a ser el más caluroso desde que se registran este tipo de datos.
Todos estos espacios naturales pueden parecer parajes idílicos en los que pasar una jornada refrescándose con el agua que proviene de los ríos, aunque en los últimos años las grandes aglomeraciones están acabando con su verdadera esencia. La masificación ha hecho necesaria una regulación en el acceso, algo que ya ocurre desde hace cinco años en Beceite y que ahora se están planteando en Aguaviva. Se trata de una forma de prevenir el colapso de las pistas forestales, recaudar dinero para conservar el entorno y también para dar un servicio al turista. De hecho, este año el acceso a las zonas naturales de Beceite incluye visitas guiadas en la que se explican las particularidades de los parajes.
En el entorno de Los Meandros del río Bergantes se plantean hacer algo parecido en el futuro, por eso este verano realizarán un «pequeño estudio de sostenibilidad turística». «Vamos a hacer un seguimiento de cómo va la temporada y luego nos plantearemos qué podemos hacer», explicó Aitor Clemente, alcalde de Aguaviva. Este pequeño dossier servirá también para realizar un trabajo de campo con el que aprovechar el flujo turístico que acude en esta época del año a Aguaviva. «Nos gustaría englobarlo todo. Estudiar qué salidas puede tener el campin, potenciar las rutas senderistas y ciclistas… Buscar un producto turístico sostenible que deje gasto en la zona», concluyó Clemente, quien también apuesta por desestacionalizar el turismo de la zona.
Respecto a la masificación que está afectando a la zona de Cananillas durante los tres últimos años, el alcalde teme que pueda acabar «con la esencia familiar». La posibilidad de regular el acceso a los Meandros del río Bergantes está sobre la mesa, aunque antes de tomar cualquier decisión «pediremos la opinión de los vecinos para decidir qué hacer en el futuro».
Lledó prepara un nuevo aparcamiento
El Matarraña es, sin duda, uno de los destinos preferidos para los turistas. El Parrizal y la Pesquera de Beceite son dos de los lugares más transitados durante el verano. Más de 77.000 personas lo visitaron el año pasado, y esta gran afluencia a la zona también afecta a los pueblos cercanos. Un ejemplo está en Lledó, cuyos entornos naturales han visto como en los últimos años el número de turistas ha crecido exponencialmente. Las Pozas del Algars y el azud del río son los lugares elegidos. «El verano pasado tuvimos un lleno total y la verdad es que esperamos que durante estos meses también venga mucha gente», destacó Ramón Alonso, alcalde de la localidad.
Durante los meses de junio, julio y agosto del pasado año la afluencia fue «enorme», llegando a colapsar la pequeña zona de aparcamiento, «muchos coches aparcaban en el camino y eso era un peligro». Con el objetivo de acabar con esta problemática, el Ayuntamiento ha comprado un solar (por 3.000 euros) para construir un pequeño parquin de unas 30 o 40 plazas. «Estamos a la espera de que nos llegue el presupuesto para habilitar el solar y acondicionar la zona para crear el aparcamiento», señaló el alcalde, que confía en que pueda estar disponible las próximas semanas.
Preguntado por el auge que han tenido las zonas de baño naturales de Lledó durante los últimos años, Ramón Alonso destacó la calidad de las aguas del río «que bajan justo del manantial que hay aguas arriba» y señaló que el aumento de visitantes se debe a las recomendaciones «del boca a boca».
Arens, la otra cara de la moneda
Arens de Lledó es otro de los pueblos del Matarraña que puede presumir de tener una zona de baño natural. Ante la falta de una piscina municipal en el pueblo, las pozas del río Algars se convierten en un espacio perfecto con el disfrutar del verano, aunque el panorama actual es diferente a los de Lledó o Beceite.
Pese a que son muchos los turistas que se interesan y preguntan por esta zona, Àngels Vaquer, alcaldesa de la localidad, lamentó que el río esté «perdiendo su encanto en los últimos años». «Nos encontramos con el tema de la sequía y con el curso natural del río. No nos dejan limpiar todo lo que nos gustaría y eso hace que se acumule mucha vegetación y grava y el río pierda profundidad». Pese a todo, Arens de Lledó puede presumir de tener una zona que está ubicada a escasos metros del pueblo, que está bien acondicionada y que cuenta con un buen acceso. «A los visitantes les llama la atención que tengamos una zona así en el pueblo», resaltó Vaquer.
Los embalses y pantanos
En el Bajo Aragón Histórico existen otras zonas en las que poder refrescarse durante el verano. Los embalses y pantanos se erigen como alternativas a las zonas naturales que se pueden encontrar a lo largo y ancho del territorio. De esta manera, los embalses de Calanda, Gallipuén (Berge), Santolea, Cueva Foradada (Oliete), La Tejada (Gargallo) y el pantano de Pena (entre Valderrobres y Beceite) son opciones más que interesantes con las que disfrutar de un buen baño, aunque siempre hay que tener en cuenta los riesgos que conllevan.
Para Javier Escorza , Agente de Protección de la Naturaleza (APN) las principales recomendaciones a la hora de utilizar estos espacios parten del «sentido común», de identificar los mejores lugares para darse un chapuzón. «Hay que evitar las zonas de presa y donde no sabemos la profundidad del agua. Además, hay que tener mucho cuidado con el tema de los saltos, porque pueden suponer un gran peligro», añadió.
Antonio Cordero Trejo dice
Yo creo que deberían regular y controlar el acceso al entorno de Cananillas.
El verano pasado estuve un día y era imposible bañarse, y también deberían vigilar el civismo de los visitantes, en el poco tiempo que estuve allí observe varias faltas de respeto a las personas presentes y sobretodo al entorno