¿Sabías que observar aves incrementa la felicidad? El contacto directo con la naturaleza aumenta la circulación de las endorfinas y reduce el estrés. Si quieres comprobarlo por ti mismo, el Bajo Aragón es el paraíso ornitológico que estás buscando. Buena parte del territorio está incluido en la Red Natura 2000, el conjunto de espacios naturales de mayor valor ecológico en Europa. Su ubicación geográfica le convierte en un lugar de transición donde se mezclan los últimos suspiros e influencias del Mediterráneo con los aires continentales. El resultado es una gran variedad de paisajes y ecosistemas, donde habitan muy diversas especies de aves (más de 300) en morfología, colores, cantares y comportamiento.
En las grandes extensiones de secano, encontrarás al aguilucho cenizo en primavera, y al pálido en invierno, en busca de ratones y topillos. También verás terreras, collabas, calandrias y todo tipo de aves de pequeño tamaño, cuyo color marrón les confiere un perfecto camuflaje en el entorno. Si miras al cielo, descubrirás águilas reales sobrevolando el bosque mediterráneo, mientras que si buscas en los mases o las parideras, hallarás escondidos cernícalos, lechuzas y colirrojos. La Estanca de Alcañiz es refugio de patos, garzas, cormoranes y gaviotas, además de un punto de descanso para aves acuáticas migratorias. En los cortados rocosos, junto a los ríos, podrás avistar el águila azor perdicera -que todavía cuenta con parejas reproductoras en el Bajo Aragón-, el alimoche, el halcón peregrino o el buitre leonado, junto a otras aves más pequeñas como el avión roquero.
Para el disfrute de la ornitología y de los diferentes paisajes del entorno, existen una serie de rutas señalizadas por el Bajo Aragón. Todas ellas discurren por Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) -el río Guadalope- o Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) -las saladas de Alcañiz y de Calanda, el río Bergantes, el río Mezquín y la sierra del Vizcuerno-.
Recuerda antes de salir de casa no vestirte con colores llamativos, y usar ropa y calzado cómodos. Una guía de identificación de aves (las hay en papel y apps), una libreta de campo y unos buenos prismáticos pueden servirte de gran ayuda. Si quieres que los recuerdos perduren en el tiempo, no olvides tampoco una cámara de fotos. Además, para afrontar eventuales contratiempos, lleva contigo agua, un botiquín de primeros auxilios, una manta térmica y los teléfonos de emergencias.
ZEPA del Guadalope-Maestrazgo
La ZEPA del Guadalope-Maestrazgo se extiende en más de 55.000 hectáreas a lo largo del río y sus afluentes. La parte bajoaragonesa son unas 3.000 hectáreas, localizadas en Aguaviva, Las Parras de Castellote, Seno y Mas de las Matas. Una ruta circular, con salida en esta última localidad, te ofrece la posibilidad de contrastar los roquedos mirando hacia la parte alta del río, y las zonas llanas de huerta, hacia abajo. Recorre unos 20 kilómetros y se realiza aprovechando el GR 8 para el camino este y el PR TE 50 para el oeste. Además de las aves propias de los matorrales, destacando diferentes especies de currucas, observarás grandes rapaces. Es territorio de las águilas azor-perdicera, real, culebrera y calzada, son habituales los cernícalos y gavilanes, e incluso es posible ver al halcón peregrino. Las aves urbanas, de zonas agrícolas y de ribera son complemento de esta ruta.
Saladas de Alcañiz
Con el recorrido por la Estanca y las saladas de Alcañiz descubrirás uno de los conjuntos endorreicos más importantes de la península ibérica. Un buen punto de partida para bordear la Estanca es la zona noreste, justo donde se encuentra el bar La Perca. Al lado hay un mirador, donde unos paneles ofrecen un mapa marcando el recorrido circundante, ideal para hacerlo en bicicleta, y unas explicaciones sobre el origen y la historia del embalse. Podrás observar anátidas, gaviotas y limícolas; y en época estival, una gran variedad de hirundínidos, incluyendo la golondrina dáurica y el avión zapador. Finalizada la ruta, tendrás que cruzar la N-232 y seguir por una pista que enseguida te llevará al panel con el mapa del sendero de las saladas. En el tramo más estepario, tendrás la oportunidad de visualizar, o bien oír, gangas, ortegas, sisones o alcaravanes.
Sierra de Vizcuerno
Por la senda de los mojones, en la sierra del Vizcuerno, otearás buena parte del valle del Ebro, donde se entremezclan la belleza y el contraste de los extensos paisajes, con la dureza de un territorio castigado por las extremas condiciones de la climatología. El recorrido de ida y vuelta se realiza por la columna vertebral de la sierra. Primavera y otoño son las épocas más idóneas para realizar este itinerario, que se recomienda no hacerlo en verano por la dureza de las condiciones climáticas. Tendrás que acceder con el coche por un camino que parte de la carretera N-211 en dirección de Alcañiz a Caspe a la altura del kilómetro 254, al pie del torreón militar de época carlista que destaca en lo alto. Tras recorrer unos 4 km, hallarás a la izquierda un modesto desvío, con una amplia explanada y una sencilla señal a su entrada. Será el punto de inicio para abandonar el vehículo y comenzar a caminar. Podrás admirar la impresionante figura en vuelo de rapaces como el águila real, o especies netamente forestales, aunque escasas, como el azor, el gavilán, el halcón peregrino y el águila culebrera. También es frecuente detectar la presencia del zorzal charlo, más conocido como griva, habitual en la zona por su afición a alimentarse de las bayas de ese hemiparásito de los pinos.
Barranc Fondo
La ruta por el Barranc Fondo te sumergirá por el Mezquín, a través de una angosta hendidura que discurre entre amplias superficies agrícolas. Parte desde el pabellón de Torrevelilla y finaliza en Belmonte de San José, siguiendo el trazado del sendero turístico PR-TE 13. En algunos de los amplios e inaccesibles cortados de conglomerados que se asoman al barranco, adivinarás diferentes oquedades utilizadas por numerosas aves de querencias rupícolas para realizar sus nidificaciones. Por ejemplo, cuervos, aviones, vencejos, búhos reales y alimoches. Avanzando por yermos bancales, el vuelo estrepitoso de las palomas torcaces saliendo del pinar delatará tu presencia. Entre las zarzas y madreselvas, es habitual el mirlo y el zorzal; y al cobijo de los abrigos rocosos, el colirrojo tizón. En las zonas de pinar revolotean carboneros y herrerillos, y junto a los pequeños huertos, oropéndolas, lavanderas, abubillas y verderones.
Ruta del Bergantes
La ruta del Bergantes ofrece la posibilidad de caminar entre masas forestales y caprichosas formas rocosas en las riberas del río. Puedes realizar un recorrido longitudinal con apoyo de dos vehículos, poniendo el punto de inicio en el puente del Arenal y el final en el aparcamiento del antiguo camping, donde está la zona de baño conocida como las Dos Rocas. Ten en cuenta que será necesario cruzar el río varias veces y, por tanto, has de estar preparado para ello. El sitio es muy abierto y se observan rapaces como el cernícalo, milanos negros, ratoneros y, desde hace unos años, elanio azul. En una antigua gravera existente se ha formado una pequeña zona húmeda y suele haber algunas anátidas y zancudas.
Comederos de buitres
En el Bajo Aragón hay dos comederos para aves carroñeras o muladares, ubicados en Alcañiz y La Mata de los Olmos. Ambos reciben aportes de cadáveres enteros, de los recogidos en las granjas, así como restos de los mataderos. Ello implica que resulte atractivo tanto para buitres, que prefieren los cadáveres enteros, como para otras aves como alimoches, milanos negros y reales, y córvidos como grajillas, cornejas y urracas.
El muladar de Alcañiz está acondicionado para la observación de aves y tiene señalizado su acceso en la A-2407, la vía que conduce hacia Torrecilla de Alcañiz desde la N-232. El muladar de La Mata, ubicado al lado de la carretera entre esta localidad y Los Olmos, no tiene observatorio específico, pero pueden realizarse observaciones desde algunos puntos del entorno.
Si quieres vivir una experiencia única en el mundo, puedes acercarte hasta el Mas de Bunyol en Valderrobres. Se trata de un especial observatorio de aves construido encima de un comedero de buitres integrado en la naturaleza. Todos los días a las 9.15, Buitreman guía la actividad gracias a su experiencia alimentando buitres durante 30 años.
Unai Vallespí Irigoyen dice
¿Oigan sólo hay aves en Teruel?
Pues en Chiprana tenemos una Reserva Natural Dirigida, la única del Bajo Aragón que además es un humedal RAMSAR, y numerosas ZEPAS y LICs en la zona de la Comarca del Baix Aragó-Casp. Podían haber citado algo, ¿no?