Buena entrada registró el teatro de Alcañiz para acoger, de nuevo, el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta de Cámara del Bajo Aragón (OCBA), una cita esperada después de casi dos años sin actividad dentro de la agrupación por motivos de la pandemia. La OCBA llegó al completo a su reencuentro con el público que no ha tenido fácil sacar adelante los ensayos debido a la situación. Músicos y público disfrutaron de este concierto en la tarde del sábado como despedida de las vacaciones navideñas.
Se desarrolló en dos partes. Abrieron fuego los más jóvenes, los músicos que pertenecen a la Little OCBA, la orquesta de iniciación, y que tienen entre 8 y 11 años. Tocaron dos piezas con las que hicieron disfrutar al respetable e incluso hicieron partícipe invitándole a entonar una parte de la letra con los langostinos como protagonistas, por lo que la parte de las jóvenes promesas terminó con un sonoro aplauso por su buen hacer y por el divertido broche.
Tomaron el relevo los músicos de la OCBA, que interpretaron un concierto para oboe antes de cerrar con ‘El Cascanueces’. El oboe solista fue Manuel Montoyo, un alcañizano integrante de la Orquesta desde sus inicios y que en la actualidad se encuentra residiendo en Alemania donde se dedica a la música.
La OCBA sigue en acción
Esta formación ensaya tradicionalmente los sábados y hace unos meses decidieron comenzar curso porque «las restricciones así lo permitían» y recuperar el Concierto de Año Nuevo para «mantener esa normalidad y tratar de convivir con esta situación que no es fácil», dijo el presidente de la OCBA, Eduardo Ibáñez, en Radio La Comarca.
Hace balance de estos dos años y se encuentra con muchos cambios. «Hay cambio generacional porque en dos años han pasado muchos músicos de iniciación a la orquesta. Hay muchas caras nuevas, que por otro lado, es algo que demuestra que la orquesta funciona, que la gente que viene lo hace contenta y que sigue participando», añadió.
Teresa dice
El montiiii