A pesar de la alta incidencia covid la afluencia turística en el Bajo Aragón no ha cesado a lo largo de este puente de diciembre, el más largo de todo el año. Tanto es así que por las puertas de la Oficina de Turismo de la capital bajoaragonesa han pasado más de 1.000 personas. Solo entre el sábado y el domingo se registraron 500, el lunes 300, el martes 200 y el miércoles otras 100 aproximadamente. «Este año hemos alcanzado mejores datos que otros, ya que ha habido un efecto rebote por la pandemia y la gente tenía muchas ganas de salir y ha apostado por el turismo de interior», explicó Fernando Blasco, trabajador de la Oficina de Turismo de Alcañiz.
Los perfiles de los visitantes son «los habituales», mayoritariamente valencianos y catalanes en un porcentaje de entre un 30% y un 40%, además de navarros, vascos o madrileños. «A la cabeza están Barcelona y Valencia», matizó Blasco. Las enclaves más visitados, y de hecho los más habituales, han sido el Castillo de los Calatravos donde se han creado grupos «muy grandes», de en torno a 25-30 personas para una sola visita. También se han vendido muchas entradas de los pasadizos. En comparación con otros puentes, se han realizado más visitas al caso histórico. «La Torre Gótica sí que es más minoritaria. Sobre todo la visita gente de Alcañiz por la novedad que supone su restauración», explicó Blasco.
Desde el punto de vista turístico el repunte de contagios en la capital bajoaragonesa, -que roza los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en cuanto a incidencia acumulada a 14 días- «no se ha notado para nada», apuntaron desde le Oficina de Turismo. Como señalan, es probable que muchos de los turistas no hayan tenido conocimiento de la situación epidemiológica a la hora de escoger el destino o hayan considerado que no es un impedimento al contar con el certificado covid.
Es el caso de Amaya, Monserrat, Mercè y Monserrat, cuatro amigas que el pasado martes visitaban Alcañiz en el marco de una ruta turística de cinco días y cuatro noches que realizaron en coche. «Nos hemos enterado de la situación sanitaria al movernos, pero las cuatro estamos vacunadas con nuestro certificado covid y las precauciones necesarias. No hemos tenido problemas en ninguna visita», explicaron. «Cuidamos mucho el llevar la mascarilla, la higiene de manos y todo lo que sea necesario», añadieron. Procedentes de Zaragoza y Barcelona, se juntaron en casa de una tercera amiga en Batea (Terra Alta) para comenzar la ruta por el territorio. Antes de llegar a Alcañiz estuvieron también en Morella y Vinaroz. «Hemos venido por Calaceite, donde también nos hemos parado. Posteriormente hemos seguido hacia Alcañiz», relataron.
En la capital bajoaragonesa, entre otros enclaves, visitaron los pasadizos y nevera medieval, la Iglesia de Santa María la Mayor y merendaron en el Parador. Además, quedaron encantadas con la oferta gastronómica. «Es todo muy didáctico, ahora somos cuatro amigas, pero tranquilamente podemos venir con nuestros hijos adolescentes porque todo es muy interesante para descubrir y conocer», destacaron.
Más del 90% de ocupación en el Matarraña
Otro de los destinos preferidos por los viajeros que se acercaron hasta el Bajo Aragón Histórico fue el Matarraña. Los hosteleros cifran en más de un 90% la ocupación registrada durante todo el puente y destacaron que los visitantes se decantaron por estancias largas, de todo el puente, frente a meses atrás donde primaban las estancias de corta duración. Sin embargo subrayaron que las reservas continúan produciéndose a última hora. «Estamos muy contentos porque a pesar del mal tiempo y de que las noticias no son buenas, hemos podido trabajar y vemos cómo el Matarraña se consolida como destino a nivel nacional», explicó Marta Ferrás, presidenta de la Asociación de Empresarios del Matarraña.

Desde la asociación destacaron que se consolida la llegada de visitantes de otras comunidades autónomas de España, cuya procedencia no era habitual hasta hace pocos años. De este modo continúa la llegada de madrileños, navarros y visitantes del resto de Aragón. No obstante, el turista catalán y el de la Comunidad Valenciana continúa siendo, en términos absolutos, el más abundante en el Matarraña.
Caray,con los catalanes y valencianos,a estos del Chapurriau, les va a sentar quizas mal, oir hablar estos dias por las calles,comercios,restauraciòn etc ,en catalan y valenciano.