Jamás imaginé en mi vida que hoy pudiera dirigirme a todos vosotros en un medio como La Comarca en calidad de alcalde electo de mi pueblo, Calanda. Nunca pensé que podría comenzar a devolver una parte de lo que mi querido municipio ha hecho por mí y sigue haciendo. No sería cómo soy de no haber nacido, crecido y vivido aquí.

Cuando estoy lejos de mi tierra no hay nada que me llene más de orgullo que estas palabras: «¿de dónde eres?». Con una sonrisa en mi cara y lleno de satisfacción respondo: «de Calanda». Aún recuerdo cuando en el Instituto Tecnológico de Ingeniería, en un foro de la Asociación de Empresas de Energías Renovables y ante mi respuesta se hizo el silencio por unos instantes. Tras ello me volvieron a preguntar, «¿del pueblo de los tambores?, ¿del de los melocotones?, ¿de la localidad donde nació Luis Buñuel?, ¿del municipio del famoso milagro de la Virgen del Pilar?». Felizmente respondo afirmativamente y les recalco que es allí donde vivo, donde viviré y donde me gustaría pasar toda mi existencia.

Volviendo al día del famoso foro, una vez finalizado y de forma individual se fueron acercando personas que me afirmaban que habían visitado Calanda en Semana Santa hacía unos años, que son grandes consumidores del melocotón que tanta fama tiene a nivel nacional, que deseaban visitar esta zona de la provincia de Teruel y que habían incluso leído el libro de Vittorio Messori sobre el milagro de Calanda.

Con ello se pone de manifiesto las grandes potencialidades que tiene nuestro municipio, que lo convierten en un lugar de visita, de espiritualidad y también de reconocimiento por los grandes productos agroalimentarios que producimos. Hay que trabajar en aprovechar todo ello como vía de futuro y prosperidad para los vecinos.

Volviendo a los sentimientos que me embargan en la actualidad, los halagos que he recibido en este tiempo pasado con respecto a Calanda son cuantiosos, pero nunca mayor que el agradecimiento y la gratitud que siento hacia todos los calandinos y calandinas por permitirme ser vuestro alcalde. El que pretende serlo de todos y para todos. ¡Gracias!