Ignorar los problemas, «esconder la cabeza debajo del ala» y la falta de previsión, es lo que hace que cuando estos explotan, lo hagan con mayor virulencia.

Esto es lo que ha ocurrido en Lledó con el tema educativo. El número de alumnos en las escuelas de Lledó ha pasado de tres a treinta y seis en tan solo seis años. Nos alegramos por ello, no lo duden, y lo celebramos. Pero esto hay que gestionarlo, y además gestionarlo correctamente.

En años anteriores ya se informó al departamento de Educación de la necesidad de un apoyo al ayuntamiento de Lledó, que con sus impuestos hace frente a los costes de mantenimiento de todos los niños, de los cuales, poco más de una tercera parte están empadronados en el municipio, el resto son niños de pueblos de alrededor y por lo tanto estas familias, no contribuyen a la gestión – financiación de nuestro centro.

Educación en su momento respondió con la construcción de una tercera aula, solucionó el problema de espacio, pero nuestros vecinos y nosotros mismos percibimos, que si hasta entonces debíamos hacer frente al coste de mantenimiento de dos aulas, ahora ya son tres.

Los costes son importantes, luz, agua, calefacciones, roturas, averías, reposición de material, imprevistos, mantenimiento de los edificios, limpieza y un largo etc… Solo el coste de la limpieza se ha multiplicado por cinco. Esto implica un abandono de nuestro pueblo ante la imposibilidad de llevar a cabo inversiones de mantenimiento, (por ejemplo en nuestras calles).

Estos niños también necesitan un espacio para hacer deporte. Tenemos un edificio social que fue construido hace cincuenta años (antes de la democracia) y en la actualidad cumple con la normativa vigente para tal uso. Pero desconocemos si cumple la normativa como «gimnasio escolar». En dicho local hay un escenario, una barra de bar, congeladores, botelleros, enchufes, cuadros eléctricos…

El hecho de que una madre frivolizara en redes sociales y prensa escrita regional con un titular tan sugerente como «el ayuntamiento no deja el pabellón porque se ensucia» ha sido el detonante para que saliera a la luz la realidad callada y soportada por Lledó durante años.
La noticia antes mencionada me parece desafortunada, fruto de la ignorancia y desinformación, falsa e irresponsable y hace que el ayuntamiento como tal reitere su postura de:

-La seguridad de nuestros niños prevalece por encima de todo.

-Sí que permitimos el uso del salón cuando sea necesario.

-No firmamos un contrato de cesión, presentado por el CRA al ayuntamiento por entenderlo inadecuado.

-Educación debe autorizar el uso del local para tal fin y hacerse responsable de la seguridad del mismo.

Así pues en definitiva el tema de debate, ahora y siempre, no es que Lledó permita o no la utilización del local, que está claro que sí, sino que es que educación autorice la utilización de dicho local.

Y para terminar, en la próxima reunión con el director provincial de Educación, que se va a celebrar en breve, pondremos sobre la mesa temas como:

-Calidad de la enseñanza.

-Nivel académico de nuestros hijos y nuestra escuela.

-Idoneidad de locales.

-Seguridad y responsabilidades.

-Costes.

Para que dichos temas sean analizados y supervisados por Educación.

Teresa Crivillé LLEDÓ