A mediados de junio pasado nos desayunábamos con la noticia de que el Ayuntamiento de Beceite había cerrado el acceso al Parrizal mediante una puerta modelo Parque Jurásico.

Al estado catatónico inicial, le sucedió una reacción espontánea en redes sociales que terminó cuajando en una recogida de firmas a través de la plataforma change.org, en donde un autodenominado colectivo «Amigos del Parrisal» gritaba al ciberespacio «No a la puerta del Parrisal». El acceso a tan emblemático lugar no podía camuflarse bajo el paraguas de las medidas anti-covid a ojos de un gran número de personas que denunciaban el afán recaudatorio de la medida y ponía en duda su legalidad.

Desde Chunta Aragonesista en el Matarraña a través de nuestros representantes políticos y socios de coalición en el Senado, solicitamos información sobre la legalidad o no de la actuación. Ni el Dpto. de Medio Ambiente ni la Confederación Hidrográfica del Ebro la habían autorizado e instaban al ayuntamiento a su retirada. Pasado un mes desde que hicieran este requerimiento, a finales de agosto denunciamos públicamente que se estaba incumpliendo y, finalmente, el 8 de septiembre el ayuntamiento de Beceite procedió a su retirada.

Es este un ejemplo de cómo la movilización ciudadana es capaz de generar cambios cuando las administraciones incumplen. En nuestro caso sólo hicimos de altavoz a una reivindicación que consideramos justa, recuperando para la ciudadanía el acceso a un espacio natural fuera del horario comercial.

Quedan otros espacios. No muy lejos. Encima de una presa. Próxima estación, Pantano de Pena.

Ignacio Belanche – CHA Valderrobres