Alcañiz y por consiguiente el Bajo Aragón se convierten por unos días en la referencia del periodismo a nivel nacional gracias al curso «Los medios de comunicación ante el cambio tecnológico». Tuve la suerte de poder asistir a la primera jornada del curso en el marco incomparable del muy coqueto Teatro Municipal de Alcañiz. Me gustó mucho José Miguel Contreras, nos evitó cualquier atisbo de moralina u opinión blanqueada que ensalzara el periodismo, se ciñó directamente a contar cómo funciona el negocio por dentro, rehusando valoraciones morales que ya son cuestión de cada uno. Todas las ponencias estuvieron y seguirán estando bien, por supuesto no nos podemos olvidar del trabajo de Eva Defior y su equipo para organizar un evento de tal magnitud en nuestra tierra.


De Ignacio Urquizu he sido un crítico por otros asuntos, pero es innegable que su capacidad intelectual en la política actual está por encima de la media, filosófico y nada condescendiente, es una persona válida y necesaria que destila tolerancia en un tiempo donde nos estamos acostumbrando en exceso a las inyecciones de odio.


Veo que uno de los debates que centró la segunda jornada es el del periodismo local y como la gente hacía hincapié en descentralizar la información. Es un mal que todos conocemos, una espiral difícil de detener y que afecta a todos los niveles. Fuera de Madrid la gente se queja de que todo se hace desde un prisma de la capital, dentro de Aragón nos quejamos de Zaragoza, a nivel provincial me acuerdo en Andorra como blasfemábamos contra la prensa de Teruel capital, incluso a nivel comarcal sabemos que Alcañiz prevalece sobre otros municipios, por ni hablar de los últimos de la fila, los Gargallo, Los Olmos, Oliete y compañía. Es un mal complejo de encarar porque también hay que sacar adelante el negocio, pero no hay que olvidar a nadie, de todos modos el que tenga la solución mágica y de un paso adelante, yo no.


Pero es importante traer a gente de los medios a nuestro territorio, muy importante, es verdad que en unas horas o días no van a saber lo que es estar en un pueblo donde el médico llega una vez por semana o lo que es la ausencia de autovías, trenes de alta velocidad, etc. pero por algo se empieza y en Alcañiz (y Teruel en general), aunque estés cinco minutos, es fácil que te caliente el fuego de su historia y te quieras preguntar algo más sobre ese sitio.
Reitero mi felicitación a los organizadores y el orgullo que supone que sigamos demostrando que tenemos capacidad para realizar eventos de este tipo y mostrarles a personas ajenas a nuestro territorio parte de la realidad y que lo hagamos desde uno de los sectores más complejos y vanguardista de nuestro país, el de los medios de comunicación, porque no todo va a ser deporte o ferias de alimentación, sabemos hacer cosas y sabemos hacerlas bien porque tenemos personas de categoría en muchos sectores distintos.

Víctor Puch