Como cada año por estas fechas repetimos las mismas noticias, las mismas quejas y las mismas columnas de opinión. Cada vez que se desglosa lo que se hará con los dineros del Plan Miner, el mismo tema. Primero el reparto que siempre deja la sensación de que Andorra u otros pueblos muy mineros no son beneficiados y siempre se queda el deje de que los más beneficiados son algunas empresas frutícolas de Fraga o similares, después vienen las quejas especialmente desde Andorra y por último volvemos a escribir sobre lo mismo, se ha convertido ya en el ciclo de la vida, estamos más detenidos que el Frente Occidental en la Primera Guerra Mundial.

Ahora toca añadir los matices habituales a la noticia, debemos recordar los millones enterrados por el Miner, también los que han sido útiles, pero que se haya sepultado tanto y que no se haya hecho una auditoria deja muy a las claras que voluntad y transparencia no son características habituales de estos planes. La excusa del reparto siempre es la misma, la ausencia de proyectos, lo cual tampoco nos deja en buen lugar a la ciudadanía, ya que transmitimos la sensación de que gritamos y gritamos y cuando nos dejan hablar no tenemos nada que decir. No sé si no tenemos ideas o al que le va bien, que también los hay, no le interesan las subvenciones de estos planes, pues no las necesitan. Los ayuntamientos también han constatado que en el tema de intervenir como agentes económicos dan para lo que dan con sus aciertos y errores. Y reitero no culpo a nadie en concreto, nos culpó a todos, si es que esto se ha convertido en un paseo por el purgatorio.

Otra línea argumental es la de dar más prioridad a determinados pueblos, aunque ya se hace que todavía se concrete más, pues parece evidente que en igualdad de condiciones es más atractivo Alcañiz o Fraga que Estercuel, es evidente, pero tampoco sé si ese es el problema. Si no tenemos ni idea y necesitamos alguien que nos diga lo que hacer, ruego sea un profesional, recuerdo cuando estábamos como Asamblea en el consistorio andorrano, nuestra propuesta para el Somudan pasaba por la profesionalización de la dirección del ente, con un especialista al mando con primas por objetivos, etc. tal vez va siendo hora de que alguien externo y competente nos diga lo que sí y lo que no o incluso tal vez vaya siendo la hora de asumir que esto es lo que tenemos al formar parte tanto de una zona rural a la que le añadimos ser una zona desindustrializada que no dista tanto de las deprimidas regiones similares de Asturias, Inglaterra o Europa del Este y a lo mejor lo que toca es conformarse o asumir que el cambio de dinámica tiene que venir desde más arriba todavía. Lo único que tengo claro, es que seguimos en bucle y que las promesas vacías siempre van a saco roto y no me apetece escucharlas.

Víctor Puch. Sal en la herida