Carmelo López Esteruelas (1940-2022), nacido en Jatiel, y Enrique Bayona Rico (1947), nacido en Valencia, son dos personas que llegaron a Valderrobres durante el último tercio del siglo XX, que muy pronto se naturalizaron el territorio y la sociedad local y que, cada uno en su campo, contribuyeron al desarrollo cultural y socio-económico de nuestro pueblo y de la comarca del Matarraña.

Ambos vienen a estas líneas como reconocimiento a su labor y al inmenso cariño que profesaron y profesan a estas tierras. Ambos son por lo tanto acreedores de nuestro respeto, agradecimiento y admiración.

Carmelo López nos acaba de dejar este pasado domingo, tras un largo periodo de declive físico motivado por el Parkinson. Pero su legado cultural le sobrevive y queda en los anales de nuestra historia. Llegó como Encargado de la Oficina de Correos y, en sus horas libres, dedicó todos sus esfuerzos a la recuperación de la memoria local y se convirtió en una persona de referencia cultural para toda la comarca del Matarraña, gracias a la información etnográfica acumulada a través de entrevistas con los lugareños y a una cuidadosa labor de campo, que le llevaba a escudriñar visualmente todo lo que salía a su paso, ya fueran árboles, fechas e inscripciones, restos arquitectónicos o vestigios arqueológicos.

La figura de Enrique Bayona es de todos conocida, especialmente por los muchos años que estuvo al frente del Grupo Arcoíris, santo y seña del desarrollo socio-económico de la comarca del Matarraña. Llegó como director de la Oficina de Extensión Agraria, pero muy pronto comprendió la realidad socio-económica de nuestro territorio y se puso manos a la obra para revertir la tendencia decreciente de nuestra demografía y de nuestra economía. Además de su actividad política y empresarial, fue figura clave en la creación de GUCO y de las demás entidades que dieron lugar al Grupo Arcoíris, que durante los últimos cuarenta años ha sido la piedra angular para que Valderrobres, que tenía una clarísima tendencia a la baja, pasara de 1.800 a 2.500 habitantes. Por todo ello, el sábados, 25 de junio, será reconocido con la entrega del IV Galardón Asunción Tomás Foz, que le concederá la Fundación Valderrobres Patrimonial.

Manuel Siurana. Tierra de frontera