Queridos Reyes Magos. Este año no os voy a pedir nada material, ni para mí ni para los míos, incluidos los compañeros del gremio. Sin embargo, espero de vuestra magia para que podamos mantener la ilusión que han puesto todos nuestros empresarios bajoaragoneses en sus negocios así como su fuerza, interés y voluntad para levantar la persiana cada día sobreponiéndose al oleaje de este mar revuelto.

Porque pese a las ganas con las que dimos la bienvenida al 2021, el año ha sido verdaderamente complicado para los compañeros. El desánimo y la incertidumbre han planeado, en algún momento, sobre nuestras cabezas, valorando la posibilidad de tirar la toalla en más de una ocasión. Pero no todo han sido nubes negras en estos doce meses. Hemos tenido muy buenos momentos. Clientes que han confiado en la profesionalidad de nuestros empresarios y han celebrado los encuentros con su familia y amigos en nuestros establecimientos. Se han sentido seguros y nos han felicitado por el esfuerzo que hacemos cada día. Personas que han vuelto a llenar la cesta de la compra en el comercio local apreciando la atención que recibieron durante los primeros meses de crisis. Y turistas que llegan para conocer el Bajo Aragón y se van gratamente sorprendidos, prometiendo volver. Todo esto, para nosotros, ha sido un verdadero regalo.

Deseo que en el nuevo año regresen, de verdad, los viajes sin miedos, las celebraciones a lo grande que todavía no hemos podido festejar, el alboroto de las terrazas el domingo antes de comer, los bailes en la plaza del pueblo y algún que otro abrazo que todavía no nos atrevemos a dar.

Confío, también, en que podáis influir en los capitanes del navío para que ellos tomen las decisiones correctas y que éstas nos permitan un horizonte despejado para poder seguir desarrollando nuestro trabajo. Porque necesitamos objetivos concretos, planes de desarrollo a largo plazo y un marco jurídico claro. Una normativa fácil de interpretar y anunciada con suficiente antelación nos permite implementar nuevas medidas en los establecimientos de forma eficaz. Y, si fuese posible, esta normativa debería de tener cierta continuidad en el tiempo. Porque cuando lo que hoy se pone en vigor pasado mañana no sirve, no solo genera dudas entre nuestros clientes, sino que a nosotros mismos también nos hace titubear. Para nosotros es muy importante trasmitir la tranquilidad necesaria que garantice, a quienes nos visitan, que su experiencia en el Bajo Aragón va a ser totalmente segura. Y para conseguirlo, tenemos que remar todos en el mismo barco.

Ojalá vuestra magia haga que estos deseos se conviertan pronto en realidad, devolviéndonos la energía y el empuje que siempre hemos tenido los bajoaragoneses.

Permitidme, Reyes Magos, que aproveche esta carta para enviar nuestro abrazo más sincero a todos los trabajadores que han sufrido un ERTE y siguen luchando, a los que la cuarentena los ha tenido aislados y mantienen su entusiasmo, a los que les ha traspasado el dolor por la pérdida de un ser querido y siguen adelante, a los que cumplen con su trabajo y aún les queda fuerza para ayudar al que no puede. Que este abrazo nos una a todos para salir adelante.

¡Felices fiestas y un próspero año nuevo 2022!

Nieves Ballestero. Gerente Empresarios Turísticos Bajo Aragón