Miro atónito, rabioso, indignado, vilipendiando incluso, poniéndome un tanto ácido al ver la que se está levantando a raíz de la denuncia, juicio y sentencia de un artista como Pablo Hasel.
Es cierto que no conocía nada de este individuo, pero entre las bondades del siglo XXI está que nadie es ignorante si tiene internet. Y ni corto ni perezoso me pongo a buscar canciones de este rapero para deleitarme con su música y sus letras, que han merecido tanto honor como ser perseguidos por la justicia que para algunos debe ser una bienaventuranza.
Debo decir que voy mal de oído ¡qué le voy a hacer!, y ni el rap ni el regueton son de mi gusto. Estaba dispuesto a sacrificar todo en honor de la letra…
La censura vestida con la toga del tribunal de justicia ha venido a condenar letras y es que ya el título lo anuncia todo: «democracia su puta madre», «muerte a los borbones» son perlas con las que quiere deleitarnos. Por cierto, no sé por qué le condenan si dice lo mismo que el vicepresidente.
La sentencia ya la sabrán: nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación y a casi 30.000 euros de multa.
Dicen que esto es represión por ejercer la libertad de expresión, por ejercer la denuncia. Pero mirando al pasado uno ve que esto no es ni de lejos lo que fue en otros tiempos. Hay un canto al amor que dice así: «Como manzano entre árboles silvestres, | es mi amado entre los mozos: | desearía yacer a su sombra, | pues su fruto me es dulce al paladar. Me llevó al banquete, | y enarboló sobre mí la bandera de su amor». Otra traducción reza así: «Cual el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los hijos; a la sombra del que deseé; senteme, y su fruta dulce a mi garganta metiome en la cámara del vino; la bandera suya en mí [es] amor.» Llámenme cochino, pero este texto me parece fantástico; me parece una maestría de ingenio para describir una felación y una cópula. Y está en la biblia. En una época donde las cosas eran bastante peores que ahora, y si no miren la denuncia: «No os fijéis en mi tez morena, | pues el sol me ha bronceado. | Mis hermanos se enfadaron conmigo; | me pusieron a guardar las viñas. | ¡Y mi propia viña no la guardé!» y aquí tienen otra versión del mismo texto: «No me miréis que soy algo morena, que mirome el sol; los hijos de mi madre porfiaron y forcejaron contra mí; pusiéronme [por] guarda de viñas. La mi viña no guardé.» ¿no es una denuncia de una mujer contra sus hermanos, que la forzaron? Una denuncia a una cultura que hace que la madre ponga a la hija al cuidado de los hermanos que la violan.
No hay mejor requiebro a la censura; me parece una obra maestra de inteligencia y un olé por ese artista que engañó así al censor.

Cuando la censura era firme y fiero el censor el ingenio se elevó y nos dejó joyas que son de lo mejor del mundo de la cultura. Entonces la censura tenía otros vestidos y sus sentencias venían dadas con fuego y sangre. Cuando peor estaba el mundo para la expresión más alto se elevó la inteligencia para expresarse.
Yo, a Pablo que dice que hace denuncia y ejerce libertad de expresión, por hacer arte como lo hace lo condenaría a más años, pero por mal gusto.

Pedro Luis Tafalla