Che bella piazza e che deliziose tapas. Alcañiz, bellissima città motociclistica»… Frente a mi, en medio de la monumental plaza de España alcañizana, un hombre habla por teléfono con su familia en italiano. Es el presidente de la Federación Italiana de Motociclismo. Entre las mesas se escuchan varios idiomas y por las calles hay ya trajín. La vida en el pueblo sigue como si tal cosa, ajena a que ya llegan a la ciudad equipos, pilotos, montaje y personal internacional del mundial de Superbikes que se celebra este fin de semana. Por primera vez un campeonato de SBK, antesala de Moto GP, empieza en Alcañiz. Ya es cita habitual, y el operativo está mecanizado. Los hoteles se encuentran llenos y el nombre de Alcañiz suena entre los aficionados a este campeonato internacional. Aquellos que ven en el trazado alcañizano a sus ídolos se interesan por venir a realizar tandas los fines de semana del resto del año alquilando el circuito y generando un impacto económico claro, y muy bien recibido en este año de pandemia. Tenemos a nuestro alrededor unos eventos de una magnitud de enorme potencial sin embargo Motorland y la ciudad de Alcañiz siguen discurriendo por sus caminos y proyectos de forma paralela, sin suficientes sinergias.

Estos meses de aislamiento han sido nefastos para las aspiraciones originales de unir a la sociedad bajoaragonesa e implicarla más con un proyecto que debería también mirar hacia lo que sucede en su entorno. Que no haya podido haber público en los campeonatos mundiales ha hecho mucha mella al igual que el problema, no puede obviarse, de que desde la propia gerencia de Motorland no se mire hacia el verdadero origen del propio proyecto, su esencia misma, que es el apoyo social hacia una iniciativa singular ligada a la historia alcañizana. En ese camino que ya dura más de una década no hemos logrado que despeguen los circuitos de tierra, el karting, Technopark… tampoco que el 100% de las empresas que trabajan con el circuito sean locales o que las cartas de los restaurantes sean bilingües. La apuesta de inversión pública que se ha hecho y se continúa haciendo es tremenda y sin duda muy valiosa. Por eso sigue funcionando Motorland, al calor de la combustión de un tiempo atrás que necesita gasolina nueva. Hay quien no está haciendo los deberes desde hace tiempo y las voces que se preocupan por ello parten desde numerosos frentes. Veo el aeropuerto de Teruel y me gustaría tener esa ola favorable para nosotros. Tras cualquier éxito reside algo de suerte pero sobre todo un enorme esfuerzo. Su ejemplar crecimiento, cuando casi nadie creía en él, se debe a muchos factores pero principalmente a la pericia y pujanza de su gerente para convertir aquel secarral en un gigante creador de empleo que solo en este año ha crecido un 30%. Es referente europeo y por allí desfilan políticos a diestro y siniestro. ¿Quién entregará este fin de semana los trofeos en SBK?

Los que siempre hemos creído, defendido y confiado en la capacidad de Motorland como proyecto integrador, vertebrador, de gran calidad y potencial único estamos preocupados desde hace tiempo. ¿Qué haremos con ese miedo? Traducirlo en energía para avanzar es labor de todos, especialmente de nuestros principales líderes sociales y políticos. No nos durmamos en los laureles… «Chi dorme non pligia pesci», que diría este ilustre visitante italiano al que ahora observo mientras disfruta de un plato de oreja frita que le tiene anonadado en pleno corazón de la ciudad.

Eva Defior