Está claro que Eduardo Fuembuena Loscertales no es Honorato de Balzac, ni por idioma, tono, o temple; pero de lo que no hay duda es de que el zaragozano ha escrito su propia «comedia humana»: testimonio de una época en 868 páginas (capicúa) que titula ‘Lejos de aquí’ y tiene por protagonistas a José Luis Manzano Agudo y a Eloy de la Iglesia Diéguez, actor y director respectivamente de películas sobre delincuencia juvenil y marginación social.

A su vez se puede encontrar en las librerías el libro ‘Madrid, 1983’ de Arturo Lezcano (que bebe en algunas páginas -y mucho- de la obra de Fuembuena); ambos tienen en común tratar de los años de la Transición después de casi cuarenta años de franquismo. Tanto el gallego Lezcano como el aragonés Fuembuena analizan e interpretan socialmente aquellos años que suponen todavía para nosotros una pústula purulenta que no deja de inquietarnos y supurar porquería.

El terrorismo, el triunfo del PSOE, la crisis del PCE y consiguiente decadencia de sus organizaciones de influencia, que llevaría poco después a la creación de IU; la extensión de la droga en la sociedad española; la llegada del pasotismo y el botellón a los jóvenes; el movimiento cultural «la Movida», aupado y propiciado por los medios afines al poder; y otras muchas cosas, son los asuntos que se tratan en ambos libros, aunque con perspectivas, periodo de tiempo y fines diferentes: el uno pretende ser una doble biografía, novelada, dentro de un entorno social; el otro la crónica de un año de esa sociedad, con los nombres y apellidos que salían en la prensa. El uno es, como decía al comienzo, la «comedia humana» de quince años; y el otro reportaje extenso de un periodista, ideológicamente posicionado, sobre un año convulso, 1983.

Ambos son muy útiles para conocer y explicar lo que está ocurriendo en España en estos momentos. Estamos de cambio y mudanza -algo que se nota en todo-, y cuanto más sepamos de nuestro reciente pasado mejor para definir -lo mejor posible- el inmediato futuro.

‘Lejos de aquí’ (fruto de muchos años de trabajo) ha sido el libro autoeditado más vendido en España en los últimos meses. Y ha suscitado el interés de las páginas culturales de los más importantes periódicos del país; aunque creo que los medios de comunicación aragoneses aún no lo han reflejado. ¿Será verdad eso de que «nadie es profeta en su tierra»?

Alejo Lorén. De cal y arena