Cuando hace ya más de veinte años llegué a Alcañiz, no me fijé tanto en el asunto lingüístico. Nunca he tenido problemas para comunicarme, me respondían en castellano, aunque yo notara en algunas personas una forma especial de hablarlo. Y en casa, ¿hablas catalán? Cuando hacía esta pregunta a la gente de los pueblos, la gran mayoría contestaba «chapurriau». Y si siempre ha sido así ¿por qué tantos problemas ahora, si nunca los ha habido antes?
«Yo vull que los meus fills puguen adependre a parlà, y a escriure a l’escola la nostra auténtica llengua «lo Chapurriau». Yo quiero que mis hijos aprendan a hablar, y a escribir en la escuela nuestra auténtica lengua, el chapurriau. Hasta la fecha, no pueden. El objetivo es obligar a la gente a aceptar una realidad impuesta, porque su discrepancia es una piedra en el zapato. Oiga, es que hay vecinos que quieren que dejes de hablar tu lengua, y han decidido que hables como ellos. Ya ves tú, una temporada tonta de unos políticos, y quieren echar abajo una lengua, una tradición, más de ocho siglos, que ha aguantado guerras, hambrunas, despoblación, adversidades, y siempre ha estado allí, siempre ha sido su estandarte.
«Yo vull que lo govern d’Aragó reconegue al Chapurriau com a la nostra llengua mare, y no sen invento cap que vingue de fora». Quiero que el gobierno de Aragón reconozca nuestra lengua materna y no se invente ninguna que venga de fuera. Chistabino, patués, ansotano, todas son lenguas aragonesas con peculiaridades propias, y ninguna querría dejar de usar la suya para usar la de otro. Pretender unificar artificialmente en una sola lengua solo se hace para utilizarla como herramienta, para obtener ventajas. Al Aragón Oriental ya le ha llegado ese órdago, impulsado por el gobierno aragonés y alentado desde Cataluña, que «facilita» un tránsito a una lengua catalana, donde todo son ventajas. Sin duda olvidan la libertad para elegir, la voluntad para soportar cargas, y la emoción de que muchas generaciones te estén mirando desde el más allá.
«No saps com aniràn les coses, pero si les fas en honradés y en ilusió, pot se que vinguen rodades». No sabes cómo irán las cosas, pero si las haces con honradez e ilusión, puede ser que vengan rodadas. Durante muchos años, hablar chapurriau ha sido algo íntimo, familiar, y nada había que explicar o defender. Hablar tu lengua es sentir tu tierra, tu clima, tus tradiciones, tus raíces de una forma diferente a los demás. No mejor, diferente. Cuando ahora pretenden destrozar tu cultura, hay que plantarse y decir basta. ¿Por qué vas a decir «nosaltres», si siempre has dicho «natres»?
Por eso, hemos de hacer un esfuerzo, hablar chapurriau, usar las redes digitales para hablar de tu tierra, de tus abuelos, de tu lengua. Y a todos esos aragoneses que seguro nos apoyarían si conocieran este problema, rogarles que pongan interés en conocerlo. Al fin y al cabo, todos rezamos a la misma Pilarica y no reblamos nunca.
Javier Moya
EL MUNDO DEL CHAPURRIAU chapurriauvivo@gmail.com
Juan Segura dice
Gracias por tu artículo Javier. Nada defiende más una realidad que la narración de experiencias vividas.
Tocas puntos esenciales para nuestro mundo del chapurriau. Para mí es insoportable la falta de reconocimiento de nuestra lengua por nuestra propia administración, la privación del derecho a recibir enseñanza en nuestra propia lengua.y encima la promoción, defensa y enseñanza de lenguas foráneas que nos están inponiendo como única salida.
Javier Moya Nueno dice
No es un problema lingüístico, aunque quieran enfocarlo así. Es un problema de libertad. Yo hablo la lengua que quiero y la llamo como quiero. Y si los políticos no apoyan mi libertad, me buscaré otros políticos, no otra lengua.
Ana Soriano dice
Tiene razón, señor Moya: no es un problema lingüístico, porque está claro que lo que hablamos es una variante dialectal del catalán, como lo son el tortosí, el fragatí, el maellà, el barceloní y todas las que usted quiera. Si cruza el Algars, una persona del Matarraña entiende perfectamente a alguien de Arnes, Móra d’Ebre, Tortosa… y le aseguro que no hablan chapurriau, ni aragonés oriental ni Lapao. En realidad, es un seudoproblema político.
Ana Soriano dice
«Hablo la lengua que quiero y la llamo como quiero»… Usted sabe que eso no funciona así. La lengua materna es la que es y no la elegimos, y cuando la aprendemos ya tiene nombre, historia y, generalmente, gramática.
Mariví Salsench dice
El problema no es lingüistico. Filologicamente está claro que en la zona oriental de Aragón hablamos catalán. El por qué algunas personas niegan esta evidencia se encuentra en parte en la incultura y en parte en un cierto anticatalanismo. Los anticatalanistas de derechas de cada pueblo se han juntado en la asociación «amics del chapurreao», nombre que puede llevar a engaño, pues lo quieren y lo han querido todo siempre en castellano.
Ana Soriano dice
Señor Moya, estoy segura de que en su especialidad es usted muy competente, reconozco y respeto su profesionalidad, como debe ser; pero, ¿por qué no respetamos y reconocemos también el trabajo de lingüistas y filólogos?, ¿por qué hablamos de oídas y no profundizamos en el tema de la lengua?, ¿por qué no nos informamos acudiendo a los expertos? Si voy al médico, no se me ocurrirá discutir su diagnóstico, ¿por qué entonces cuestionamos la opinión de quienes han estudiado la historia de las lenguas?; alguno me dirá: «¡Es mi lengua!», y yo le respondo: «¡Es mi salud!, pero no la dejo en manos de cualquier aficionado».
Javier Moya Nueno dice
Mire, una persona puede saber de más de un solo tema ¿sabe?. Igual que una persona puede estar engañada mil veces y disfrutar con ello. Como aragonés veo día a día como el nacionalismo catalán roba historia, personajes, geografía, lenguas, no hay que ser muy listo para verlo. Respecto a los afamados lingüistas, todo depende de sus tendencias, no sólo de sus ciencias. Recuerdo perfectamente, ¡lo he leído tantas veces! el resultado de una votación de lingüistas en el XVI Congreso Internacional de Linguística y Filología Románicas, en Palma, en 1980, al que acudieron 800 especialistas en filología románica, representando a 33 países, y 760 de los asistentes se pronunciaron en favor de la denominación mallorquín-balear para la lengua en uso en Baleares. ¿Sabe que dice la Generalitat catalana y el Govern balear que se habla en las Baleares? Pues ahí tiene a los lingüistas.
Ana Soriano dice
Una persona puede saber de muchos temas, pero no especializarse en todos, y puede exponer su punto de vista, pero, si no es un experto, el suyo nunca será un argumento de autoridad. Entre los lingüistas los hay que son independientes e íntegros, y otros que no lo son tanto (como en todos los ámbitos de la vida), y a los primeros me remito. Deduzco que estamos de acuerdo en este punto porque usted da crédito a los que se negaron a firmar el documento de Palma en 1980. Otra cosa es la razón por la que lo hicieron, quizá fue porque el texto tenía un trasfondo político y no les correspondía involucrarse; si fue así, aplaudo su decisión. Incluso estoy segura de que hubo entre ellos algunos que apoyaban el nombre de balear para el catalán de las islas, pero tenían claro que pertenecía a una unidad lingüística que comparte estructura, léxico y origen, y que por consenso se llama catalán (recuerde el manifiesto de los académicos de la RAE). En realidad, no es tan importante el nombre, pero no quiero darle a mi lengua uno tan despectivo como ‘chapurriau’ (sí es despectivo: lo viví) ni acepto que se tergiverse su historia.
Ana Soriano dice
En cuanto al nacionalismo catalán, se puede estar o no de acuerdo con él (y conste que no lo estoy, ni con el catalán ni con cualquier otro), pero creo que es exagerado considerarlo un peligro para Aragón, porque tenemos historiadores de valía (Lacarra, Corral, Casanova, etc.); límites administrativos bien definidos; personas inscritas en un registro en el que aparece claramente el lugar de nacimiento, y una lengua cuyo uso no presupone nada. Y los vecinos, con su pan se lo coman, pero creo que no conviene caer en la trampa de seguirles el juego, si es que hay trampa, porque quizá sean figuraciones.
Ramón del Guinardó dice
Me alegra mucho que el encabezaciento de los tres parrafos esten escritos en catalán, yo los he entendido perfectamente.
Javier Moya Nueno dice
Me alegro de que se alegre, pero yo no hablo catalán. La diferencia es que yo no voy a negarle el derecho a que usted llame a su lengua como le plazca, por tanto no niegue que los demás llamen como quieran a la suya. Está metiendo la cuchara en el plato de otros, digamos. Pompeyo Fabra ya sabe que publicó en castellano la obra «Gramática de la lengua catalana», en 1912, por tanto sólo tiene un siglo y poco de vida como tal. El chapurriau, como aragonés medieval, tiene más de 800 años de vida. De verdad, llámelo como quiera.
Mariví Salsench dice
De hecho el catalán escrito es de muchos siglos antes. Incluso en el Matarraña tenemos textos notariales escritos en catalán donde verá por ejemplo la grafía NY para escribir por ejemplo MatarraNYa.
Ramón del Guinardó dice
M’alegra molt que l’encapçalament dels tres paràgrafs estiguin escrits en català, jo els he entès perfectament.
Javier Moya Nueno dice
Ya le he respondido con anterioridad.
Juan Carlos Abella dice
Señor Moya, muchas gracias por su genial artículo. Usted representa a los castellanohablantes (y son miles) que comprenden nuestra situación, nuestro problema. Su artículo me ha llegado al alma. MUCHAS GRACIAS por su comprensión, por defender al chapurriau.
Javier Moya Nueno dice
No ha de agradecerme nada, pues estoy encantado de pensar como pienso, y ser coherente. Estamos en una espiral de agresiones nacionalistas en muchos zonas de este país, y debemos mostrar con educación porqué pensamos así. Convencer, no vencer, como ya dijo Unamuno. Por otra parte, las situaciones político-sociales cambian rápidamente en la Historia, y conociendo a la gente que defiende su lengua en esta zona, puedo asegurar que el chapurriau no desaparecerá. Al menos no por la presión de fuera. Un saludo
María José Fontcuberta dice
Enhorabuena Javier por su articulo. Todo un profesional, ha escuchado al paciente y ha dictado un magnífico diagnóstico. Ahora esperamos que nuestros políticos también nos escuchen.
Gracias
#soydearagonyparlochapurriau
Ana Soriano dice
Creo que su trabajo es atender a otro tipo de pacientes. Zapatero, a tus zapatos.
Rosa Beltrán dice
Entonces Pompeu Fabra ?
Ana Soriano dice
Dígame, si no, cuál es la opción, por favor.
García F.H. dice
Un químico mediocre ??
Ana Soriano dice
El «químico mediocre» fue catedrático de la Universidad de Barcelona y doctor «honoris causa» por la Universidad de Toulouse, además de lingüista autodidacta. Se puede criticar su obra, como de hecho hicieron algunos coetáneos suyos; pero, de momento, no tenemos otra gramática ni otra ortografía que las suyas para el catalán, que es lo que hablamos. En cuanto al diccionario, prefiero el Alcover-Moll, que recoge el léxico de toda la zona catalanohablante, incluido el Matarraña. ¿Alguien propone algo mejor?
Ana Soriano dice
Por defender una entelequia
Ramón del Guinardó dice
Ana Soriano : totalment d’acord !!
Javier Moya Nueno dice
Sí, yo puedo proponer algo mejor. Personalmente, me es indiferente si Pompeyo era autodidacta, o licenciado. Ya sabe que Aribau hablaba en lemosino en su «Oda a la Patria» en 1833. Esa era la lengua de Cataluña hasta que su «autodidacta» decidió unificar cercenando todas las lenguas similares y a la vez diferentes de la zona catalana. En ese trato no entraban las zonas de Aragón. Antoni Mª Alcover, que usted cita, afirma en el prólogo de su “Diccionari catalá, valenciá, balear”. «¿por qué si sólo es una sola lengua, no se le denominó diccionario de la llengo Catalana?». Debe reflexionar bastante sobre todo ésto. Le han contado una mentira tantas veces que se la cree. La Historia está escrita y pone obstáculos a sus pretensiones. Aún está a tiempo de rectificar. Es de sabios.
Carlos dice
El occitano y lemosín difieren y mucho del catalán de Aragón. No lo sabe porque ni habla el catalán de Aragón ni lo ha comparado con el occitano.
Mariví Salsench dice
Cartas de repoblación. Ahí tiene la respuesta de por qué hablamos catalán en el Matarraña.
Ernesto dice
Gracias por contarnos sus vivencias Señor Moya. Siempre es agradable Conocer gente que de verdad escucha a los vecinos del territorio y se preocupa de sus inquietudes y su cultura. Sin embargo es lamentable que los que nos gobiernan no solo nos quieran obligar a cambiar nuestra lengua materna a base de subvencionar y de qué manera el catalán, si no que quieran hacerla desaparecer. Nosotros gratuitamente y con mucho orgullo, mantenemos nuestro querido CHAPURRIAU como siempre se ha hecho, transmitiéndolo de padres a hijos y por eso el CHAPURRIAU a pesar de los continuos ataques sigue siendo una lengua viva. YO PARLO CHAPURRIAU.
Ramón del Guinardó dice
» nos quieran obligar a cambiar nuestra lengua materna»
Mucho cuidado, que igual los que os quieren obligar a cambiar vuestra lengua materna , no son los que os pensáis, yo creo que son los del Oeste, creo que vosotros también lo sabéis, estáis avisados, y…..muy atentos a lo que os quieren vender.
Javier Moya Nueno dice
Mire, si ustedes hubieran decidido llamar a su lengua «catalán», ¿cómo iba yo a oponerme? Mi apuesta es porque decida el hablante de a pie, no los políticos, ni los vecinos. Lo digo porque siempre hay gente que, cuando se quedan sin argumentos, agitan la bandera del castellano, el odiado. Es bastante evidente que muchas lenguas pueden estar condenadas a perecer, pero una cosa es que desaparezcan solas, y otras que alguien las destruya. A eso me niego. Porque quiebra la libertad de sus hablantes. Siempre he mantenido, y lo creo firmemente, que el aragonés más valiente es el que está amenazado por nacionalismos externos. Por ello, es fundamental que todos los aragoneses conozcamos la lucha que se desarrolla en estas zonas orientales de Aragón. Un saludo
Ana Soriano dice
Creo que el problema es el nombre. Antes que llamar catalán a nuestra lengua preferís darle el nombre de «chapurriau», aunque sea una palabra humillante, castellana (mal vamos si no escribimos en nuestra lengua su propio nombre) y mal escrita.
Nadie puede obligar a una madre a no transmitir al hijo su lengua, nadie puede entrar en nuestra casa o nuestro círculo y obligarnos a adoptar léxico del catalán central, pero creo que es deseable conocer el estándar culto para poder leerlo o escribirlo cuando convenga, aunque en el ámbito personal sigamos usando nuestro dialecto, como hacen los hablantes de todas las lenguas respaldadas por una cultura. No sé de dónde viene tanto miedo… ¿Alguien cree que Aragón y el Estado permitirían que Cataluña corriera la frontera administrativa unos kilómetros más hacia el Este?, ¿o temen que nos invada con su gran (?) potencial económico y su ejército (?), y empiece a instalar fábricas en nuestro territorio? Todo esto es absurdo, pero me recuerda la rivalidad que existía hace años entre pueblos y, mucho antes, entre tribus.
María Jose dice
Felicitaciones por su artículo Javier.Me encanta que haya escrito en chapurriau,como hablamos en nuestro territorio.Con nuestras expresiones y nuestro léxico. Chapurriau y catalán son lenguas hermanas, provienen del mismo tronco pero no la misma.
Ana Soriano dice
¿Alguien tiene pruebas de que no son la misma? Las afirmaciones hay que demostrarlas, sobre todo si contradicen conclusiones científicas
Javier Moya Nueno dice
¿Por qué el aranés no es catalán?
Ana Soriano dice
¿Por qué el gallego no es portugués?
Ana Soriano dice
Porque en su momento aranés y catalán se separaron del tronco común, el occitano, y evolucionaron de forma diferente.
Juan Segura dice
Nada, agradecer a los defensores del catalanismo, por lo menos lingüístico, su inquebrantabre dedicación a machacar nuestra lengua. Por lo visto no sabemos ni nosotros, ni nuestros padres y abuelos qué lengua hablamos. Ellos nos indicarán.
Ana Soriano dice
Lingüístico solo.
Mi dedicación se dirige únicamente a defender mi lengua materna, el catalán del Matarraña, sin segundas intenciones ni trasfondo político de ningún color.
Puede estar seguro de que nuestros padres y abuelos no sabían nada de la lengua que hablaban, por la deficiente escolarización y la realidad política que vivieron, y le llamaban ‘chapurriau’ porque alguien les dijo que chapurreaban, que hablasen «cristiano»; pero nosotros tenemos la oportunidad de conocerla, de estudiar su historia y su literatura, y de expresarnos en ella en todo momento. Lamentablemente, aún hay prejuicios e intereses políticos que quieren impedirlo.
Javier Moya Nueno dice
Como en tantas zonas de Aragón, hay lenguas propias en cada rincón de su geografía. Usted puede llamar a su lengua como le plazca, nadie, pero nadie le critica eso. Pero usted debe hacer lo mismo, y dejar a los demás que decidan como la llaman. ¿Qué interés le mueve a que sus vecinos deban pensar como usted piensa? ¿Sabe cómo se llama éso?
Ana Soriano dice
Yo prefiero llamarlo catalán occidental, o de Aragón, o de transición, o tortosí, nunca chapurriau. Y ahora, si le damos la vuelta a la pregunta… ¿qué interés tienen ellos en imponer ese palabro y en reinventar la historia?
Javier Moya Nueno dice
Los padres y abuelos, y tatarabuelos de Tortosa hablaban tortosino, los de Lérida, lleidatá, y así sucesivamente. ¿Sabían ellos la lengua que hablaban? ¿Tenían una mejor escolarización? ¿Vivieron otra realidad política diferente que aquí? No había gramáticas. Si lo sabían, ¿por qué las unificó Fabra en una sola? ¿No le parece poco inteligente negar el uso del castellano en Cataluña? ¿Sabe desde cuando se habla el castellano en Cataluña? Tienen ustedes una visión tan pobre de la vida, de las personas, de los derechos que dan pena. Reflexione, de verdad, les sorprenderán las conclusiones.
Ana Soriano dice
No sabían ni les importaba lo que hablaban, pero sabían quiénes hablaban como ellos.
La escolarización era muy deficiente.
Vivieron una guerra y una dictadura.
Pompeu Fabra, a quien usted llama familiarmente Pompeyo, quiso establecer una norma que diese proyección cultural a la lengua; lo hizo con errores y aciertos, pero lo hizo, y no veo por qué no podemos usarla como usamos la del castellano.
¿Quién niega el uso del castellano en Cataluña, si es cooficial?
No sé exactamente desde cuándo se habla castellano en Cataluña. Lo que sí puedo decirle es cuándo se empezó a prohibir el uso del catalán en la administración: con el Decreto de Nueva Planta, en 1714.
¿Qué sabrá usted de mi visión de la vida…?
Llevo más de 60 años reflexionando, leyendo, estudiando, cuestionándome lo que se da por hecho y separando el grano de la paja. Y, consejo por consejo, permítame que le diga que no conviene generalizar: no todos los aragoneses rezan, ni a la Virgen del Pilar ni a ninguna otra. En cuanto a reblar, yo solo reblo ante el aburrimiento, y el supuesto debate sobre el tema del ‘chapurriau’ ya no da más de sí.
Ana dice
Muchas felicidades por su artículo, señor Moya, y gracias por apoyar al chapurriau.
Javier Moya Nueno dice
Estoy encantado, Ana. Muchas gracias.
Julian de Tamarite dice
Parece ser que no conocen o que olvidan que ests lengua a la que llaman chapurreau tambien se habla en toda la extensa zona oriental con otros nombres, fragati, llitera,etc. Y que todas son modalidades, variantes de una misma lengua el aragones.La historia se escribe con documentos y documentos con la lengua de la variedad chapurreau los tenemos a miles e nuestros archivos de la Corona de Aragon no solo en Barcelona sino en numerosos archivos de Aragon.
Ana Soriano dice
Señor De Tamarite, ¿puede usted darme el nombre de algún lingüista, de prestigio reconocido por la comunidad académica, que defienda ese origen para la lengua que se habla en nuestra zona?
jose dice
Cuando se obvian otras opciones que no son las tuyas , algo falla
Javier Moya Nueno dice
Los afamados lingüistas son actuales. Vaya usted a la Historia, y se dará cuenta de que lo que afirma este señor es cierto. ¿A usted le gusta mantener una «verdad» sabiendo que hay tanta documentación que la contradice? Con la Ciencia en la mano, una hipótesis puede ser refutada hallando el error en una argumentación general mediante otros argumentos que la contradigan. ¿Le da igual que haya siglos de Historia en contra de que el chapurriau sea una forma de catalán? ¿Cómo explican eso los lingüistas? ¿Tienen ustedes alguna opinión propia, razonada? Solo les oigo hablar de lingüistas, y desde hace años, además.
Ana Soriano dice
¿Dónde está esa documentación?, ¿cuáles son esos argumentos? Expónganlos y veremos qué fundamento tienen y si son algo más que frases sacadas de contexto o simples anécdotas.
Ana Soriano dice
¿Y de dónde se saca los siglos de historia en contra de que sea catalán?
Enrique Segurana dice
Javier, grasies per apoya lo nostre parla.
Javier Moya Nueno dice
Es un honor y un placer. Un saludo.
Javier Moya Nueno dice
Los ataques que sufren estos aragoneses, por no llamar a su lengua como quieren otros, y por no dejarse torcer el brazo, es algo que aquí queda demostrado. ¿Qué interés les mueve? De una forma u otra, la verdad siempre resplandece, y la nobleza de los argumentos acaba con todas las mentiras que van surgiendo. Esta columna es un claro ejemplo. El objetivo sería ridiculizarnos, vejarnos, hacernos pasar por tontos, o por gente sin respuestas. Las tenemos, bien documentadas, razones históricas, argumentos, y sobre todo, la voluntad de no callarnos, de no reblar nunca.
Ana Soriano dice
Estos aragoneses, cuando se les lleva la contraria, se sienten atacado e insultados. Así es imposible dialogar; claro que no es eso lo que pretenden…
Carlos dice
Nuestra lengua siendo sustituida por el castellano pero para ustedes el problema es el catalán. Huele a anticatalanismo que tira p´atrás. Que podemos esperar de gente que dice ser «amiga del chapurreao» pero que no quieren nada en su lengua materna, ni pregones, ni carteles, ni eventos públicos… que se hable en casa y a escondidas, que no nos oigan los castellanos. Menuda manera de proteger nuestra lengua, escondiéndose!
Uno de Monroyo dice
El problema de fondo es simple: acusar al castellano de borrar al chapurriau, cuando es el catalán normalizado el que lo está borrando del mapa de Aragón, donde por cierto, no existen franjas de ningún tipo, término que pretende segregar esta zona de Aragón para añadirla a una futura Cataluña independiente, basándose en la mentira de que en el este de Aragón se habla catalán, en vez de chapurriau, que no es otra cosa que una variante del romance aragonés, es decir, el aragonés medieval.