Cuántos discursos vacíos vamos a creernos? ¿Cuántas promesas vacías van a hacernos? ¿Cuántas comarcas vaciadas van a llenar de centrales eólicas y de placas solares? ¿Hasta dónde les importan nuestras aulas vacías, nuestras ambulancias inexistentes o nuestras carreteras intransitables en invierno? ¿Hasta dónde les importa nuestros obligados desplazamientos a 150 kilómetros para ir a especialistas médicos?
¿Hasta dónde les importa que se quemen nuestros bosques y que tengamos un solo parque con voluntarios para la comarca?
¿Hasta dónde les importa que uno de nuestros pueblos, Mazaleón, se enfrente ahora a su mayor crisis económica provocada por el Sharka-m y hayan tenido que arrancar el 80% de su plantación melocotonera?
Pues no les importa nada. Solo les importa comprar barato; solo les importa el enriquecimiento rápido y obtener el mayor beneficio. Pero esta vez hay algo que necesitan y no tienen, algo que es nuestro, algo que es de todos nosotros y es… nuestra tierra, nuestro paisaje.
Cada mañana cuando me levanto y miro por el balcón, me encuentro con el mismo paisaje. Pero cada día es diferente y pienso en la inmensa suerte que tengo de vivir en el Matarranya. Y cada noche antes de acostarme, salgo al mismo balcón, antes me sentaba en el suelo y miraba hacia arriba. Después compramos sillones y me siento en ellos. Pero sigo mirando hacia arriba buscando, a veces junto a mis hijos o a veces sola, la Osa Mayor, la Estrella Polar, la Vía Láctea… Imaginándonos que somos Cristóbal Colón en el viaje que se topó con América, navegando por un océano que no sabían si acababa en precipicio.
Un cielo que con la llegada de los molinos no se podrá leer; un cielo que no nos podrá guiar en nuestros fantásticos viajes de verano por el mundo. Las luces de los molinos apagarán la Osa Mayor, la Estrella Polar… Todas ellas se irán, y solo podremos ver las luces rojas intermitentes que marcaran la ubicación de los molinos de Green Capital, llamadas Paucalí, Cefiro, Arlo y Arguestes, con sus gigantes 84 aerogeneradores. Y luego vendrán los de Forestalia, que generarán aún más energía, ¿para enriquecer a quién? ¿A costa de qué? ¿Y de quién?
Pues será a costa de nuestros paisajes, nuestra forma de vida, nuestro futuro y el de nuestros hijos.
A las grandes empresas les trae sin cuidado. Vendrán con promesas de puestos de trabajo, de fijación
de población, pero todas esas promesas que también otros les hicieron a nuestros vecinos en la Terra Alta se quedó en eso, en promesas, que nadie cumplió ni se cumplirán.
Somos los guardianes, los protectores de nuestra tierra. Tenemos la obligación de cuidarla y trasmitirla a nuestros hijos en las mejores condiciones, para que también ellos puedan disfrutar de bosques en los que se oigan los pájaros y el único sonido del viento sea el que se produce cuando este mece las hojas de los árboles, no el ruido que producen las aspas gigantes al girar.
Solo espero que la decisión que se tome en nuestra comarca se haga con pleno conocimiento de causa. Que no nos dejemos deslumbrar con promesas de empresas que hace pocos meses no sabían que existíamos. Ni les importábamos antes, ni ahora. Ellos vendrán, instalarán sus molinos y se irán a otra comarca tan vacía, tan vaciada como la nuestra y seguirán instalando molinos y seguirán generando beneficios y nosotros seguiremos pagando la luz cada vez más cara. Y cuando pasen los años y esas centrales se queden obsoletas o no sean rentables, se quedarán con nosotros.
Y cuando se derrumben o se caigan de viejas, se quedaran con nosotros. Solo espero que no abramos la puerta a la construcción de esas centrales que acabarían generando la energía necesaria para alimentar esa gigantesca silla eléctrica que poco a poco irá acabando con nosotros, eso sí, con energía limpia.
Renovables sí, pero no así.
María Jesús Riba Castel. Gents del Matarranya
Montse Boix dice
Felicidades por el artículo. No, a las centrales eólicas en nuestro territorio!!!
Pablo dice
Cuantos duscursos vamos a creernos sobre nuestro modo de vida que lentamente va agonizando, cuantos de vuestros hijos van a querer seguir siendo agricultores, cuantos discursos vamos a criticar sin habernos dignarnos a informarnos, cuanta gente queremos que viva de la hostelería
En vez de llorar tanto porque alguien quiere hacer una inversión en nuestro territorio podriamos exigirle responsabilidad y trabajo local.
Igual lo que deberiamos hacer es dejar de decir que pensamos en el futuro y realmente pensar el el futuro, la gente joven quiere poder ejercer su vida laboral en casa y que ello no signifique renunciar a estudios cualificados de alto valor añadido
Decir que no a todo porque puede cambiar nuestro estilo de vida sin pararse a preguntar como podemos aprovechar ese cambio SOLO conduce a continuar con el desangramiento rural que llevamos decadas viviendo
Artemio dice
Creo que tienes razón. Las inversiones que quieran venir hay que estudiarlas. Por eso, dijimos:
«Eólicas sí, pero así… no».
Tienes razón que cuando alguien dice: «eólicas sí» o «eólicas no», eso es lo fácil. Los buenos-los malos, inversión sí-inversión no. Creo que Teruel Existe lo hizo bien pero a la gente lo que le mola es el puto barro. Decir «si pero así no», es demasiado pensar para algunos, pero es lo que toca… pensar.
Como bien dices, decir no a todo, es tan estúpido como venderse a cualquier precio. Por ej. gracias a Paisajes de Teruel, además de parar muchos proyectos que se saltaban la mitad de los trámites, hemos descubierto que muchos de estos parques están dispuestos a pagar 15 veces lo que están ofreciendo. Y repetimos entonces: ¿Seguro que hay que dar la bienvenida a cualquier inversión sin más? ¿Y aventarla sin más?
Hay que ESTUDIARLA. Y hacer un balance de lo que ganamos y lo que perdemos… pero TODOS, como comarca (y la comarca no es sólo economía, ha de ser viable ecológicamente)
Por suerte para nosotros (y desgracia de ellos), ya tenemos 25 años de experiencias y ahí estamos algunos luchando para que no se asusten las inversiones pero que no abusen…
Repito mi opinión:
-un problema, un estudio riguroso, alternativas y luego una postura.
Cosa que están haciendo espectacularmente la gente de a pié en Valjunquera, Valdealgorfa, Torrecilla, etc
Ale, nos vemos el 16 de Octubre en Madrid.
El tío Artemio
Pasaba por aquí. dice
Es algo muy español echar la culpa a los demás de lo que nos sucede, que conste que el articulo me parece muy acertado, pero, no solo son responsables las grandes empresas, ni los políticos de turno, también lo somos los habitantes de los pueblos y sobre todo los propietarios de tierras, que solo vemos el dinero, me gustaria saber la de multiplicaciones que se habrán hecho de: X hectáreas a 1300 euros… catapum.
Y ese catapum es la venta de unas formas de vida y la avaricia pura y dura, porque no nos engañemos, a la mayoría, (no todas, pero la que hable en contra es un apestado y un tonto), de las personas que alquilan sus tierras, la energía limpia, renovable, su tierra y bla bla bla, se la refanfinfla.
Poderoso caballero es don dinero. Creo que nuestros dineros, serán la penitencia de las generaciones venideras, pero ojo la de dinero que les vamos a dejar a nuestros hijos. Ojo la de pisos y apartamentos que nos podremos comprar entre Zaragoza y la playa, y hasta algún 4×4. ¡¡¡¡Que felicidad!!!
unodevalde dice
Ole Maria Jesus, menos mal que hay gente como tu defendiendo lo nuestro. Y a cambio ya ves……. Tu sigue asi que hay mas apoyando, y no los ves ,….. que criticando que se ven mucho.