La semana pasada el Ayuntamiento de Alcañiz con el apoyo de la Comarca del Bajo Aragón otorgó el premio trovador a Carles Sans, uno de los miembros fundadores de la compañía el Tricicle, y como concejal anfitrión tuve que abrir el acto de inauguración.

Como idea global, expuse que España es un gran país y si bien hacemos muchas cosas bien en áreas socioeconómicas diversas, lo que hacemos maravillosamente bien es gestionar y producir cultura, de alta calidad, ya que forma parte intrínseca de nuestro modo de vivir, de sentir y de concebir la relación con nosotros mismos y con nuestros semejantes.

A lo largo de nuestra historia ha habido innumerables héroes silenciosos que han mantenido vivo nuestro legado cultural en contextos diversos. Durante la guerra civil Española, mientras las bombas caían en Madrid el archivero de palacio José Moreno Villa mantuvo en óptimas condiciones el fondo documental del palacio real. En 1938 la dirección general de bellas artes envió a Teruel una representación de la junta central del Tesoro Artístico para estudiar el estado de los monumentos y bienes y llevarlos a una ciudad segura, como fue la ciudad de Valencia.

Mientras escribo esta columna pienso en la frase del del presidente Manuel Azaña. El legado del museo del Prado es más importante que la República y Monarquía juntas y el valor de la cultura trasciende la frontera de la legislatura política y sin duda- como sucede en Francia- la cultura debe de ser un asunto de Estado.

Hemos vivido dos años muy duros y difíciles, y la cultura ha sido uno de los sectores que mas ha sufrido los rigores de la pandemia y la crisis económica. A pesar de las recomendaciones de algunos partidos políticos, solicitando que destináramos los fondos de cultura a «comprar mascarillas», desde el el Ayuntamiento tomamos una decisión política: No reducir el presupuesto para cultura, adaptarnos a los ritmos de la pandemia, apoyar a las asociaciones culturales abriendo una nueva línea de concurrencia competitiva que amplía el presupuesto actual, mantener el cine y crear nuevos proyectos culturales innovadores.

Alcañiz no puede competir con otras poblaciones vecinas con suelo industrial, pero si que podemos ser la ciudad de referencia en materia de arte y cultura. Si José Moreno Villa mantuvo viva su vocación de servicio público en tiempos de guerra, todos nosotros podemos sumar esfuerzos para que la cultura de Alcañiz continúe viva.

Jorge Abril. PSOE Alcañiz