El estado de alarma nos ha abocado a un cambio de paradigma que obliga a las administraciones a pensar más rápido y pensar distinto.

Los problemas de confinamiento son iguales para todas las personas que no se encuadren dentro de los servicios esenciales. En el medio rural se dedica una parte importante de su población activa a la agricultura y la ganadería, que precisamente son los sectores que se están viendo, a causa de esta pandemia más afectados conjuntamente con los autónomos y las pequeñas y medianas empresas que tenemos en el medio rural y que componen la riqueza y el desarrollo social y económico de nuestro entorno.

Hoy ha quedado claro que en Aragón tenemos herramientas pioneras y vanguardistas, por ejemplo como la desarrollada por la UNED de Barbastro con el apoyo de la Consejería de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, que permitirá que los 270.000 alumnos de la UNED de toda España puedan realizar los exámenes online, a consecuencia de la covid.

Herramienta que pone en valor la interdependencia que debe haber a partir de ahora entre áreas que aparentemente están separadas, como educación, digitalización y territorio. Una colaboración que ha quedado patente en Aragón, al conseguir en pocas semanas hacer realidad una herramienta fundamental y que sitúa a Aragón en el panorama estatal en estas materias y con esta herramienta se ha dejado patente su capacidad de adaptarse a las necesidades de esta nueva realidad, desarrollado una aplicación puntera en toda España.

El éxito de esto es una muestra de que el territorio y el medio rural pueden liderar los cambios que este nuevo paradigma exige. Y es que evidencia que las soluciones a problemas globales, precisamente, pueden venir desde el medio rural.

Hay que apostar firmemente por la digitalización, la vertebración del territorio y de dar el peso que le corresponde al medio rural.

Todo esto nos sirve para poder realizar una desescalada desde el medio rural algo diferente a la de las grandes urbes. Precisamente porque en el mundo rural tenemos particularidades muy concretas y características propias, y es lógico que sean tenidas en cuenta ya que muchas de las medidas o las leyes que se aplican en el mundo urbano no tienen sentido en nuestros pueblos.

Por eso las zonas rurales deberíamos de tener alguna ventaja con respecto a las ciudades respecto a las aglomeraciones, porque entre otras cosas tenemos más capacidad de poder andar sólo, o hacer deporte. Por eso es importante tener en cuenta la realidad del medio rural en la desescalada del confinamiento por el Covid-19.

La exención del cumplimiento de las franjas horarias en los pueblos de menos de 5.000 habitantes o próximamente de menos de 10.000 habitantes (la provincia de Teruel tiene 2 pueblos con más de 10.000 habitantes, 1 entre 10.000 y 5.000 habitantes y 233 con menos de 5000 habitantes) para las salidas a la calle o el hecho de que las personas que poseen un pequeño huerto puedan salir a cuidarlo, supone un gran alivio para quienes vivimos en el mundo rural y ponen de evidencia que el mundo rural tiene una personalidad propia y diferente a las grandes ciudades, donde es mucho más fácil mantener la distancia social y el resto de medidas de seguridad. Lo cierto es que estamos despoblados y ya guardamos las distancias de por sí. Esta frase puede producir risa o gracia pero es la realidad. Eso si, pero con «cabecica», que no se nos olvide.

Porque si conseguimos que la desescalada en el medio rural se haga de forma correcta y sin ningún contratiempo será muy importante, para el futuro del mundo rural, después de esta pandemia y a través de su desescalada, se tiene que legislar sin dar la espalda al medio rural y sin meter en el mismo saco a las personas y empresas ubicadas en las grandes ciudades y a las que residen en nuestros pueblos»

Necesitamos un empujón definitivo para que haya inversión, para que haya un futuro después del covid-19, porque si al medio rural se le aportan los medios para que cualquier persona, desde cualquier lugar pueda teletrabajar, estudiar… y sobre todo afianzando el sistema público sanitario y educativo de nuestro entorno, puede que la gente, se lo piense y opte por mudarse a nuestros pueblos lo que unido al desarrollo de una economía medioambiental y economía nacional se posibilite generar otro tipo de empleos. Tememos que crear sistemas que permitan que nuestro pueblos estén llenos de vida, con jóvenes, mayores. Si lo hacemos conseguiremos reducir contaminación y despoblación. Pero para ello necesitamos una desescalada, tranquila y efectiva, que nos permita abarcar un futuro con esperanza.

Mª Ángeles Manzano – Podemos Andorra