Qué poco pega en estas circunstancias que se haya celebrado el pasado domingo, tres de mayo, el día internacional de la Risa. Los organizadores pretenden cada año que los habitantes de todo el mundo se relajen y aprendan los beneficios que tiene el reírse. ¿De qué, de quién? Eso no está claro y ahora menos que nunca. Hay cosas que no son fáciles como ser joven frisando los ochenta, entender el misterio de la Santísima Trinidad o para que sirven las Diputaciones. Pero aún así parece más fácil que celebrar en el 2020 un día dedicado a la risa.

No será casualidad que al nacer aprendamos antes a llorar que a reírnos, aunque hay veces que se llora de tanta risa o hay humoristas que más bien te hacen llorar. ¡Hay gente pa’ tó! Con la que está cayendo, es difícil reírse de nada, a no ser de columnistas que fabriquen su colaboración con tantas frases hechas y tópicos como yo en esta ocasión. Me ha condicionado la directora que me recuerda que me toca escribir al fin y «que siempre aportas sonrisas». Qué más quisiera yo, aunque desde luego me gusta mucho más la sonrisa que la risa. La sonrisa es más inglesa, más inteligente y sosegada, mientras la risa es ruidosa y mediterránea. Dicen los que saben que la risa te hace simpático pero la sonrisa empático, que debe ser cosa mejor si lo dicen los sabios.

Viniste a ser feliz. No te distraigas con cosas serias. Nos hemos defendido de la angustia de la Covid con sonrisas y creatividad. De esta pandemia quedarán muchos chistes para la posteridad porque los políticos dan mucho juego. En la cuarentena, la sociedad civil ha sido un ejemplo de sentido común. Pero además ha sido un ejemplo de creatividad. Las personas tienen mayor creatividad cuanto más sosiego, silencio y calma. Y esto es lo que hemos tenido (algunos) en estas fechas con un denominador común, el tiempo. Me asombra la cantidad de vídeos, fotos, escritos, y presentaciones ingeniosas que circulan en medios y redes. Cuánta imaginación, cuánta originalidad…y cuanta sonrisa. La risa libera la angustia y relaja los músculos. La sonrisa es benéfica medicina. En estos momentos difíciles es bueno ofrecer sonrisas porque la sonrisa es una forma de felicidad que todos tenemos, gratis, debajo de la nariz.

Miguel Caballú