Este mes de marzo se han cumplido 50 años de la publicación del álbum conceptual de rock progresivo «The Dark Side of de Moon», del grupo Pink Floyd. Al entrar en una página de internet, que analizaba esta obra musical, me encontré con un texto que no he podido resistirme a incluir, aunque de forma parcial, en este artículo. Si el disco en su conjunto es considerado como una obra fundamental en la música contemporánea, hay canciones que por su temática siguen tan vigentes como el día que sus compositores las crearon. En concreto, me refiero a «Money» y «Us and Them».

El primer tema es una crítica del consumismo, de la riqueza y de la avaricia humanas. La segunda pone el punto de atención en la gente o los pueblos que, en diferentes culturas, tienden a describir sus creencias, sus costumbres y sus comportamientos (de su propia cultura, el «nosotros») en términos positivos, mientras que las costumbres y creencias de las otras (culturas ajenas, el «ellos») son descritas negativamente.

En situaciones donde se presentan conflictos entre culturas, las creencias etnocéntricas de superioridad son usualmente vinculadas a sentimientos de desconfianza y temor, así como también se relacionan con acciones que son diseñadas para limitar el contacto con miembros del otro grupo y para ejercer distanciamiento con el «ellos». En medio de conflictos culturales violentos, el etnocentrismo es acompañado por xenofobia, discriminación, prejuicios, separación física de los grupos y una presencia recurrente de estereotipos negativos hacia el otro, hacia el «ellos».

Que más decir, con lo que vemos a diario. Gentes y comunidades que se consideran superiores, que son ellos quienes deben marcar el camino, ellos encarnan la verdad y el bien. Si, para combatir esas posiciones, utilizamos los mismos argumentos el fracaso está asegurado, pues suelen ser quienes tienen el dinero, y por ende el poder. La lucha debe de ser conceptual y desde la unidad de acción. Oponer libertad al dinero; amor al poder.

Desde CHA tenemos el firme deseo de impulsar la libertad de todos los pueblos y culturas que rechacen el supremacismo y la violencia, y que propugnen y promuevan el diálogo y la paz. Estamos convencidos que el predominio del conocer, comprender, respetar, compartir y amar, en un marco de libertad, debe ser el nexo de unión que haga indistinguible el nosotros del ellos.

Luís Gómez. CHA Caspe