El puente de agosto es por excelencia el del lleno en el medio rural, más incluso que en época navideña y especialmente porque se trata de una ocupación que se traslada de las casas a las calles a través de las fiestas patronales, las semanas culturales y todo tipo de eventos que los pueblos aprovechan para programar debido a la presencia de quienes durante el resto del año están ausentes. Sin embargo, en los últimos años, esa ocupación que marca el cartel de completo en nuestro medio rural y las comarcas que componen el Bajo Aragón Histórico ya no está dominado solo por las familias, sino que muchos turistas españoles aprovechan para visitar nuestros municipios. Esta llegada de visitantes en pleno agosto, eligiendo nuestro destino frente a otros de sol y playa, pone de manifiesto un claro avance en una marca turística de calidad, con oferta de ocio y hostelera de nivel, que se ha posicionado en el entorno digital a través de las iniciativas que nuestras comarcas están poniendo en marcha. Asimismo, esta labor está permitiendo desestacionalizar y mantener una ocupación media con datos que siguen creciendo en épocas que tradicionalmente no habían sido turísticas, como el verano, principalmente debido al intenso calor. Las estancias son más prolongadas, lo que implica que los visitantes entienden que existe una amplia oferta como para disfrutar varios días en este territorio. La diversidad de paisajes, naturaleza, oferta cultural y proximidad a provincias más pobladas nos permite seguir caminando en esta senda de crecimiento. Asimismo, la mejora de las carreteras de nuestro entorno, principalmente la N-232, supone un salto de calidad que nos sitúa muy cerca de millones de personas interesadas en conocernos. Aún así, queda camino para seguir desestacionalizando, crear prescriptores a través de la colaboración público-privada, establecer sinergias que permitan que aquellos municipios saturados puedan verse aliviados y aquellos pueblos más desconocidos empiecen a recibir visitantes, posicionando una marca global de 80 kilómetros a la redonda que sorprenden a quien la conoce.