Arranca el curso en el territorio con la mirada puesta en Madrid. Las fiestas de Alcañiz, Alcorisa y Andorra, entre otros tantos municipios que esperan a septiembre para celebrar sus días grandes, se solapan con la vuelta al cole y el inicio del curso político; un curso totalmente bloqueado. La ausencia de gobierno en España afecta de forma directa a cuestiones capitales para el Bajo Aragón Histórico y, sobre todo para la cuenca minera, como el futuro Plan de Transición Energética o la buena marcha del Fondo de Inversiones de Teruel. Ambos programas se esperan como agua de mayo en Andorra y alrededores, donde el cierre de la Central Térmica dentro de menos de un año augura una grave crisis poblacional, de servicios y territorial difícil de resolver sin proyectos, responsabilidad y voluntad política.

El Plan de Transición Energética fue anunciado hace más de nueve meses por la propia Ministra de la rama, Teresa Ribera -con visita a Andorra incluida-, pero su desarrollo queda todavía pendiente. Incluso se elucubra con la posibilidad de que no llegue a ningún puerto si Ribera no continúa con la cartera en el Gobierno que aún está por formar. Pero seamos optimistas y creamos en que el programa saldrá adelante, independientemente de quien asuma el Ministerio.

Para dotar el Plan de contenido y plantear alternativas se está trabajando en Aragón; concretamente en iniciativas energéticas que, en caso de fructiferar, servirían para que la cuenca minera turolense recuperase, al menos, algo de aliento. La consejería de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del ejecutivo autonómico prepara una reunión con Madrid para abordar todos estos aspectos.

Por otro lado, cabe esperar que el Fondo de Inversiones de Teruel se firme, ya que está prácticamente garantizado. No obstante, es necesario que sea cuanto antes. Hay experiencias previas de plazos no cumplidos que han complicado el desarrollo de proyectos e incluso se ha perdido dinero por no ejecutarse en tiempo y forma. No podemos caer en los mismos errores del pasado si queremos un territorio con futuro y lleno de oportunidades para los más jóvenes.

Editorial