Desde el principio de la legislatura, llevamos comprobando cómo aquellos abanderados del progresismo utilizan herramientas nada concordantes con la ideología que dicen defender, con objeto de consagrar su hegemonía.

Así, se reiteran actitudes como el autoritarismo, la opacidad y el silenciamiento de disidentes; tomando por absoluto el poder otorgado por un escaso margen de votos, y depreciando, no ya al grupo de la oposición, sino a todos aquellos que no comulguen exactamente con sus decisiones unilaterales.

Desde hace varios años, una sentencia judicial imponía la elaboración del Plan Especial de Infraestructuras para la urbanización de «El Dique» en Caspe. Habiéndolo gestionado el equipo de gobierno con opacidad total, y presentado para su aprobación inicial sin contar no solo con la oposición, sino con ninguna de las partes afectadas. Siendo de una temeridad y negligencia tales que no merecen ninguna ciudad.

El episodio vivido en el último pleno de Caspe evidencia esa actitud despótica: ni una sola reunión de trabajo con la Asociación de propietarios del Dique, siendo el principal afectado; ni una ínfima incorporación de los estudios puestos a disposición del consistorio; y ni una mísera consideración a nada ni nadie que no fuese la voz interior del propio equipo de gobierno.

En nuestro grupo, somos conscientes de que la política no es fácil, y una concejalía como la de Urbanismo mucho menos. Pero silenciar sistemáticamente a todos los actores implicados, no escuchando a nadie para la toma de decisiones; y preferir la vía de la imposición en lugar de la del diálogo dista mucho de lo que espera la ciudadanía de su gobierno municipal, se defina o no progresista.

Así pues, en Ciudadanos pensamos que toda política debería partir de escuchar las necesidades de la ciudadanía, siendo primordiales la comunicación y la transparencia. Y allí, en el verdadero talante de diálogo entre iguales y no en la imposición paternalista; es donde nuestros vecinos siempre nos encontrarán.

Cristian Poblador – CIUDADANOS Caspe