Un pueblo que no conserva su legado patrimonial es como un árbol sin raíces. Un pueblo que no lo pone en valor, es como un árbol sin hojas. Sin pasado no hay futuro que arraigue y sin futuro, el pasado se pierde en el olvido.

Orgullosamente digo que Albalate del Arzobispo tiene un rico Patrimonio bastante bien conservado y muchas ganas de mantenerlo vivo.

Tenemos diversos elementos de Patrimonio cultural y natural, material e inmaterial. Tres de ellos, Patrimonio Mundial de la Humanidad reconocidos por la UNESCO.
En 1998, la UNESCO declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad el arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica, entre ellos nuestros abrigos, situados en los Chaparros y los Estrechos, lo que constituyen dos rutas senderistas impresionantes por su paisaje y muy atractivas por ese elemento de reconocimiento mundial que nos encontramos en su recorrido.
En 2001, llegó una nueva declaración y es que la UNESCO declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad varios elementos mudéjares de nuestra Comunidad Autónoma entre los que se encuentran nuestras dos torres mudéjares: la torre de la Sala Capitular del Castillo Palacio Arzobispal y la torre campanario de la Iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción.
Y por último, en 2018, la UNESCO reconoció también a los tambores y bombos de Albalate del Arzobispo junto a los del resto de la Ruta del Tambor y el Bombo y otros pertenecientes al Consorcio Nacional de Tambores y Bombos, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Además de estos elementos de Patrimonio Mundial que hemos mencionado, tenemos varios monumentos catalogados como Bienes de Interés Cultural: el Castillo Palacio Arzobispal, la Iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción, los Chaparros, nuestro conjunto urbano declarado Conjunto histórico-artístico, caracterizado por estrechas y sinuosas calles que nos trasportan a un pasado medieval o el Santuario de la Virgen de Arcos, situado en un promontorio rocoso en la Sierra a la que da nombre. Recientemente, DGA ha iniciado el expediente para declarar BIC varios neveros de Aragón, entre ellos el nuestro.

Y son muchos más los atractivos de nuestra localidad que podríamos enumerar como las bodegas medievales, adquiridas por el ayuntamiento con intención de rehabilitarlas, comunicarlas con las del propio ayuntamiento y hacer un recorrido subterráneo visitable. La cúpula barroca de la iglesia de San José o el arco de los Dolores son otros elementos curiosos por el simbolismo tallado. O el Centro de Interpretación de la Cultura Popular que da voz a nuestro pasado escuchando antiguas historias, canciones y oficios perdidos.

También una naturaleza híbrida que une la sierra con el valle del Ebro nos ofrece parajes naturales de gran belleza como la necrópolis de las lastras, Valdoria y el Rincón del Gorgo o las redescubiertas simas y el antiguo camino de peregrinaje al Santuario de Arcos, actualmente en recuperación a través de un taller de empleo.

Albalate tiene también un buen número de elementos patrimoniales que recuperar y conservar como la Ermita de Santa Bárbara, el Molino Harinero o la antigua hospedería anexa al Santuario de Arcos.
Numerosas iniciativas emprendidas por los albalatinos han supuesto importantes hitos en el mantenimiento de nuestro patrimonio y en la transmisión de este de generación en generación. Como muestra, la labor del historiador e informador de patrimonio, Alfredo Martínez de Albalate Turístico, quien se encarga desde hace un año de promocionar nuestro Patrimonio. Además, a través de las visitas guiadas que realiza se ha despertado el interés tanto de visitantes como de albalatinos interesados en redescubrir su propio pueblo.

Seguir creando cultura es la mejor manera de preservar la que ha llegado a nuestros días y no tengo duda de que Albalate lo conseguirá. Tenemos mucho que conservar, que compartir y disfrutar.

Isabel Arnas. PP Albalate del Arzobispo