Uno de los principales déficits educativos de nuestro entorno es la falta de conocimiento social sobre cómo la formación profesional puede ser una puerta de entrada eficaz al empleo cualificado y la generación de desarrollo. Otros países europeos como Alemania tienen perfectamente integrada la generación de sinergias entre empresas y centros educativos para abastecer de personal cualificado a su mercado laboral. Ahora, el Gobierno Central se plantea que el 40% de la formación profesional sea práctica. Ya era hora. Asimismo, conviene que los grados se adapten a los recursos del territorio, como ya se está trabajando en Aragón desde hace años. De hecho, la oferta se ha vuelto a ampliar llevando grados a varios institutos aragoneses. Deslocalizar la formación llevando hasta las cabeceras comarcales estudios demandados es clave para mantener el asentamiento de población y ofrecer posibilidades a muchos estudiantes. La coordinación entre instituciones públicas y empresas privadas para saber dónde está la demanda actual y de futuro, planificando así los recursos que serán necesarios es una tarea que empieza a avanzar pero se ve lastrada por tiempos muy diferentes en los procesos de la administración y la empresa. Todas las asociaciones empresariales denuncian la falta de mano de obra para desarrollar labores técnicas en sectores en los que Aragón sigue creciendo, desde la automoción, hasta el agroindustrial, pasando por el turismo, la hostelería, la gestión ambiental o el desarrollo de energías renovables.

Los grados de formación profesional en el Bajo Aragón son pioneros en el desarrollo de la FP dual desde hace años. Asimismo, los programas Erasmus están permitiendo aportar un importante valor añadido educativo. Ahora, el bilingüismo se incorpora a algunos grados, en una clara apuesta por situarlos en una posición competitiva mayor.

Muchos de nuestros jóvenes saldrán a estudiar largas carreras en la universidad, abandonando sus pueblos. Esta misma semana se han dado las notas del la prueba de acceso a la universidad (EVAU). Sin embargo, otros cientos deciden dirigir su formación hacia estudios que están aportando un 100% de empleabilidad a corto plazo. Ofrecer recursos suficientes y autonomía a los centros educativos para gestionar la mejora de la formación profesional, poder comunicar sus posibilidades y acercarse a lo que ya es en otros países desde hace décadas supone un reto que empieza a lograrse. Conseguir que los jóvenes que quieran plantear su proyecto de vida en el medio rural puedan hacerlo con cualificación y trabajos de calidad debe ser uno de los pilares del reto demográfico.

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