La conexión del Bajo Aragón con el arco Mediterráneo se mejorará en primavera con la esperada apertura del tramo en obras de la N-232 a su paso por el Puerto de Querol de Morella. Estos trabajos, que ya encaran su recta final, suponen dejar atrás un trazado que se ideó hace más de un siglo y que es totalmente impropio de una carretera nacional con tramos en los que no puede pasar más de un vehículo y otros muchos en los que no se pueden cruzar dos camiones. El nuevo trazado mejorará indudablemente la seguridad vial, pero también permitirá crecer económicamente al Bajo Aragón Histórico eliminado uno de sus principales cuellos de botella después del de Monroyo, ya solucionado después de décadas de reivindicaciones.

El arco Mediterráneo es mucho más que la playas de Vinaròs o Peñíscola. Mejorar su conexión ganando 10 minutos al reloj y una mejor conducción permite abrir una ventana de oportunidades económicas y afianzar las conexiones empresariales y sociales ya existentes. Lo notarán las empresas que exportan sus productos fuera de Aragón pero también el sector del turismo.

Los pueblos de la costa valenciana son el destino de vacaciones de muchos aragoneses pero también de muchos vecinos del norte de España, principalmente del País Vasco. De ese tránsito de viajeros se beneficia el Bajo Aragón, ya que desde la pandemia el territorio también es un lugar para hacer noche en estos viajes vacacionales. Se debe aprovechar esta circunstancia para conseguir que no solo sea parada y fonda sino que también quien pasa por la carretera mire a nuestro patrimonio y decida quedarse unos días haciendo turismo por la zona.

Todo este aumento de tráfico que conllevará la mejora de la conexión viaria hará aún más urgente la necesidad de que avance con rapidez la A-68 por tierras aragonesas. Es incontestable que en los últimos años el proyecto ha dado pasos de gigante pero debe seguir avanzando y recortar plazos siempre que sea posible. El aumento del tráfico debe ser un argumento más que se debe poner encima de la mesa continuamente para reivindicar desde el plano político pero también social la necesidad de la autovía. En los últimos años ha sido mucho más beligerante con esta carretera la Generalitat Valenciana, con el morellano Ximo Puig a la cabeza. No es de recibo que el Gobierno de Aragón se quede atrás a la hora de exigir premura a sus compañeros de Madrid.

Editorial