Nos encontramos en el final de una legislatura en Ayuntamientos, Comarcas, Diputaciones y Gobiernos autonómicos.

Es momento de hacer balance de lo hecho y de plantearse nuevos retos de futuro para los próximos 4 años.

No deja de sorprenderme como cambia, en estas épocas electorales, la actitud de muchas personas en los pueblos.

Hay quienes, habiendo vivido de la política afiliados a un partido, cambian de chaqueta y se presentan por otro partido por un pretendido interés por su pueblo, ocultando sus propios intereses personales y creyendo que los vecinos de su pueblo son tontos.

También están los que en 4 años no se les ve más que en contadas ocasiones, sin colaborar ni participar en la vida social de su municipio y se presentan como los salvadores del mundo.

Otros que por conseguir un voto son capaces de prometer hasta lo imposible y malmeter contra sus adversarios políticos llegando incluso a lo personal.

Incluso los hay que reúnen todas las características anteriores juntas.

Afortunadamente son pocos los políticos de esta especie y la mayoría de los integrantes de las listas electorales de los pueblos se presentan con honestidad y sin ánimo de lucro para trabajar por el bienestar de sus vecinos.

Somos muchos los que pensamos que no todo vale en política y que no todos los políticos somos iguales y menos cuando se trata de la política municipal.

Tras 12 años presidiendo el gobierno municipal, vuelvo a encabezar la lista del PSOE de Ariño. Me presento con la misma ilusión que la primera vez que accedí a la alcaldía y con un grupo de gente orgullosa de su pueblo, comprometida, honesta y con experiencia.

Nuestro trabajo ha hecho que hoy tengamos un municipio del que estar orgullosos, un municipio preparado para hacer frente con éxito a los nuevos tiempos que se presentan. Este es nuestro Ariño: el Ariño que avanza siempre hacia delante.