El «Encomio de la Estulticia», «Morias enkomion» en griego o «Elogio de la necedad» en castellano, fue una polémica obra publicada en 1511 por el renacentista Erasmo de Rotterdam, amigo de Tomas Moro. Se trata de una obra irónica y humorística contra la corrupción y descrédito de la Iglesia católica y la sociedad de la época y fue pieza fundamental para impulsar la Reforma protestante. Erasmo hace que los contenidos serios y críticos se presenten de una forma lúdica e ingeniosa para atraer a los lectores que, sin apenas advertirlo, los integrarán en sus mentes hasta que germinen en una indagación propia.

Erasmo afirmaba que una cultura eficaz se debe a una pedagogía exigente, atractiva, rigurosa y basada en los valores esenciales del ser humano. Y la cultura es la única defensa frente a la barbarie. Si a ello unimos su defensa de la paz y la tolerancia como instrumentos de una sociedad europea progresista, podemos valorar el papel del erasmismo en la instauración tras la pandemia de una Europa más justa y unida.

¿No se percibe la diosa «Moria», la insensatez, necedad y locura, en ese gobernante que está llevando a su comunidad al desastre sanitario pero sólo se ocupa de presentar demandas contra un monarca cesante y otro en ejercicio, de una manera insensata y ridícula, cuando en su propia casa debe aceptar y justificar una corrupción mayor en un ex presidente y otros gobernantes que medraron bajo la misma bandera? ¿No se perciben las presencias del cortejo de Moria, Adulación, Molicie, Pereza y Codicia en bastantes de las actitudes y escándalos que van surgiendo entre políticos y altos funcionarios? En las sesiones del Congreso de Diputados, de algunos Gobiernos autonómicos o en ciertas instituciones o empresas privadas o multinacionales, ¿no ven pasear muy ufanos entre ellos a los amigos de Moria, Philautias (el narcisismo), Leteo (el olvido de lo que hiciste mal y luego lo censuras en el contrario), Tryphe (la irreflexión, en el habla y en el insultar), Komos (la intemperancia en actos, palabras y obras)? ¿No hay estupidez en esos líderes de naciones extranjeras que aconsejan ignorar una pandemia a pesar de estar causando muertes incesantes? ¿Y en esos ciudadanos que anteponen sus caprichos, diversiones y apetencias al respeto y seguimiento de las mínimas reglas de salud pública en tiempo de virus pandémico? Erasmo cree, con Sócrates, que la naturaleza tendente al mal en el hombre se debe a la falta de instrucción y la inexistencia de valores éticos. Buen momento para leer a Erasmo.

Alberto Díaz – Independiente, Torre del Compte